Se le recordará por los pasillos de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas como un profesor más, el primero en caminar el 8 de octubre, siempre ocupado en escuchar a los estudiantes, profesores y trabajadores por más duros que fuesen sus criterios, pues para Andres Castro Alegría nunca hubo nada más preciado en la Universidad que sus estudiantes y profesores.

Graduado de Medicina Veterinaria, Andres se convertiría en el doctor egresado en el extranjero más joven de nuestra casa de altos estudios. Un profesional que durante 17 años ha prestado sus modestos esfuerzos a la UCLV desde diferentes responsabilidades.

Natural de Placetas, Andres, ostenta distinciones y reconocimientos por su meritorio trabajo en estos años en la Universidad. Director de un centro de investigación, vicerrector, profesor, decano y rector de la Marta Abreu, cargo último que ha simultaneado hace cinco años con la responsabilidad de ser diputado al Parlamento Cubano y presidente de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia Tecnología y Medio Ambiente. Luego de tantos años, aún recuerda sus inicios como estudiante en su Universidad.

– Usted se gradúa de Medicina Veterinaria, pero muy pronto se convierte en el doctor más joven de la UCLV ¿Cómo transcurren esos años de estudios en la Universidad?

«Ingreso a la UCLV en el año 89. Durante mis años de carrera el rector de la Universidad José Luis García tenía una visión de formar profesionales de ciencia e investigación, y por ello potenció mucho lo que él llamaba los alumnos de alto aprovechamiento académico. En el año 1992, recibo un plan especial en el área de alimentación animal, como alumno de alto aprovechamiento académico y me voy a estudiar al Instituto de Ciencia Animal en La Habana».

«En este tiempo recibía mis clases por dirigido aquí y estuve en La Habana mucho tiempo vinculado a importantes investigaciones, sobre todo a un proceso relacionado con la sacharina y productos derivados de la caña de azúcar».

«Me gradúo entre las dos instituciones. Me mantengo en el Instituto de Ciencia Animal hasta el año 1996 cuando el propio rector de la UCLV, José Luis, realiza un acercamiento con una universidad alemana para la cooperación con becas de posgrado».

«De la UCLV obtuvimos la beca dos compañeros y en septiembre partimos a estudiar a Alemania. Claro, ya habíamos desarrollado un grupo de investigaciones en variedades cubanas del sorgo en ese mismo año, que nos permitió realizar luego la tesis».

«Entre 1996 y 1999 desarrollo los estudios doctorales, realizo los exámenes conocidos como “riguroso”, defiendo la tesis doctoral y regreso a la Universidad cinco años después de haberme graduado».

– ¿Cuándo regresa enseguida inicia en responsabilidades de dirección en la UCLV?

«Sí. Primero me nombran director del Centro de Investigaciones Agropecuarias, responsabilidad que ocupo hasta marzo del 2003. Luego me promueven como vicerrector para atender todo lo relacionado con la administración, economía y servicios hasta agosto de 2008».

«Entre 2008 y 2009 curso estudios en el Colegio de Defensa Nacional (CODEM) en la especialidad de Seguridad y Defensa Nacional. Bueno, primero me hice Doctor en una especialidad de fisiología y alimentación animal y luego me hice máster, es una vía un poco tortuosa».

«Regreso a la facultad como profesor en el primer semestre del curso 2009 – 2010, fue una etapa como yo digo de clandestinidad, porque no sabían que hacer conmigo, hasta que en marzo de 2010 mee proponen como decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, una responsabilidad que asumí con mucha satisfacción, pues había regresado a mi especialidad y en la facultad hay un excelente clima de trabajo».

«En 2012 recibo una llamada del compañero Díaz – Canel, en ese entonces ministro de Educación Superior, quién me dice que llegue hasta la oficina del Secretario del PCC de Villa Clara, que tenía una tarea para mí. Finalmente, la tarea era la de dirigir la UCLV como rector».

– Y ahí comienzan sus casi 6 años y medio como rector de la UCLV ¿Verdad?

«Una tarea bien compleja porque nuestra Universidad es muy grande y difícil de manejar en cuanto a sus recursos humanos, los profesores, los estudiantes y la infraestructura, pero también por el significado que tiene nuestro centro para la provincia y el país».

«De las primeras tareas que asumimos fue celebrar el aniversario 60 de la Universidad en noviembre de 2012. Ya por esa fecha los compañeros Juan José Hernández Santana y José Ramón Castellanos Castillo, expertos de la Junta de Acreditación Nacional, se acercan a la dirección universitaria con el objetivo de iniciar los preparativos de la Evaluación Institucional para el año 2015».

«La meta con esta evaluación era proponer para la Universidad la condición de Excelencia, en ese empeño se trabajó los años 2013, 2014 y 2015. Fueron momentos muy intensos de evaluación externa de carreras, posgrados, programas de posgrados y se materializaba poco a poco la condición de Excelencia. Finalmente, la evaluación se realizó en noviembre de 2015 y en enero o febrero de 2016 se recibe la noticia que se nos otorgó dicha categoría».

«En mi opinión yo me inicié muy joven como rector y por tanto siempre formó parte de mí la idea de apoyarme en los compañeros de mayor experiencia dentro de la Universidad».

– Hay personas que piensan que la dirección universitaria presta más atención a la infraestructura que al factor humano, sin embargo, usted siempre ha tenido un apego tremendo a los estudiantes y profesores…

«Eso es un entendido erróneo, no hay nada más importante en la Universidad que sus estudiantes y profesores, lo que sucede es que no se puede perder de vista el volumen de infraestructura de este centro y da la impresión que se dedica más tiempo a los temas logísticos que al recurso humano, pero no es así».

«La armonía de la dirección radica en entender que hay que crear las mejores condiciones para la materialización del estudio, el trabajo y la investigación. Cada ejercicio de dirección que se hace en la Universidad en cualquier responsabilidad resulta una actividad de aprendizaje colectivo».

«Yo no concibo la Universidad sin estudiantes. Tenemos más de 6 mil estudiantes en el curso diurno, entonces cómo conocer las inquietudes de esos jóvenes, las realidades de las carreras, yo creo que sale desde el intercambio con los estudiantes y profesores».

«Hay espacios muy importantes de acercamiento con nuestros estudiantes, están las reuniones del rector con las carreras al inicio de cada semestre, donde se evalúan los principales indicadores de las carreras y se interactúa con los alumnos y el claustro. Tenemos la reunión mensual con dirigentes estudiantiles y juveniles, donde se lleva un tema de trabajo de la Universidad y además se discuten los principales problemas que afectan a los universitarios y se les ofrece solución».

«También la dirección de la Universidad brinda especial atención a los Consejos de Residencia y de la FEU, así como al trabajo del Sindicato, la UJC y el PCC. Además, el equipo de dirección universitario ha mantenido un constante intercambio con nuestros estudiantes, diversos escenarios. Nosotros atendemos, ya sea por vías formales o informales, un promedio de tres a cinco estudiantes por semana».

«Y de eso se trata, de abrirles las puertas a los estudiantes y a los profesores. Intercambiar con ellos nos solo en una oficina, sino en el aula, el comedor, los pasillos, la beca, el carnaval, la caminata, es decir, compartir los espacios y las realidades, todos juntos. La dirección hay que hacerla con la gente».

– Usted también es diputado y presidente de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente del Parlamento ¿conjugar esta responsabilidad con la de rector no ha sido difícil?

«Ser diputado y rector constituye un reconocimiento a la Universidad y no a mi persona; pero la complejidad del asunto está cuando se simultanean ambas funciones, y más con todas las transformaciones que en el ámbito de la educación, la ciencia y la cultura se han vivido en el país».

– Por tanto, hay muchas personas a las que agradecer por el apoyo…

«Tengo que agradecer a la Universidad, al claustro, a los profesores más cercanos a la dirección universitaria, a mi equipo de dirección».

«Muy especialmente a quienes trabajaron en mi oficina, a las secretarias, Roraima, Georgina, las asesoras, Ariadna, Irasema. También a los muchachos cercanos a la dirección de la Universidad, a la Dirección de Comunicación, ustedes los muchachos de Periodismo».

«Una deuda de gratitud con mi familia, sobre todo con mi esposa, la madre de mis dos hijas sin la cual prácticamente hubiera sido imposible enfrentar estas responsabilidades. Uno dedica aquí 8, 10 horas de trabajo diario, llega a la casa con demasiadas preocupaciones y si no está el sostén y la comprensión de esa otra parte sería imposible».

– Son varios años de intensa labor, no obstante ¿cuáles son las principales insatisfacciones?

«En primer lugar, el rescate total de las instalaciones deportivas de esta institución, armonizando el deporte y la cultura, pues se recuperaron más las partes culturales que las deportivas. Una segunda insatisfacción resulta no lograr la graduación de más de 50 doctores por año, pues no somos capaces de sostener esa cifra, unas veces tenemos más, pero otras nos quedamos por debajo».

«Tampoco logramos obtener para esta Universidad la Orden Carlos J. Finlay, por los resultados científicos de nuestro centro. En un cuarto lugar, está el no haber logrado una correcta proyección internacional de todas las áreas universitarias, pues algunas se benefician mucho, pero otras no».

– Cuba vive una intensa guerra cultural y mediática ¿cómo hacerle frente desde la Universidad?

«Lo primero es entender que esta guerra, es una guerra contra el proyecto social cubano y por tanto contra todos los cubanos y como tal todos tenemos el deber de enfrentarlo. Cómo hacerle frente, bueno, pues mostrando nuestras realidades la que vivimos día a día, dar a conocer desde nuestra visión lo que hacemos en la cotidianidad».

– Por eso fue de los primeros rectores del país y de los primeros cuadros de la UCLV en tener una cuenta en Twitter…

«Eso no fue posible sin la vinculación con los estudiantes que llevaban la delantera en el trabajo en redes sociales, los muchachos de Periodismo vinculados a la Dirección de Comunicación, ustedes son los autores intelectuales de ese asunto».

– Luego de tantos años, llega el momento de la partida hacia otras responsabilidades…

«Este es el único lugar donde he trabajado durante 17 años, todo lo que he aprendido, lo que he hecho ha sido aquí, con los profesores, los miembros del claustro. En estos 6 años y medio hemos logrado un colectivo de mucha entrega, unidad y cohesión en pos de los resultados de la Universidad. Aquí están mis resultados, aquí están mis derrotas, aquí está todo mi trabajo».

Con un sentido del deber tremendo, Andres será recordado como el hombre que para exigir a los demás primero tomaba como suyas las tareas, ese que en tiempos de huracán fue el iniciador de las jornadas de recuperación; ese que en más de una ocasión se presentó frente a las situaciones más difíciles y complejas y a quién nos tropezábamos desandando la UCLV, hacia el comedor, hacia la facultad o la beca.

Un hombre que asegura que sus mejores recuerdos están en la UCLV. Un profesor, un amigo, un veterinario, un revolucionario, un dirigente que más allá de las insatisfacciones y metas no cumplidas en la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas encontró la armonía de la dirección.

  • Fotos de la Dirección de Comunicación de la UCLV, medios de comunicación, Internet, redes sociales y cortesía de la familia.

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