Quiso la historia que coincidieran en un mismo día y mes, pero años diferentes, dos grandes hombres para la historia cubana y de Latinoamérica.

Unidos para siempre un 14 de junio, Antonio Maceo y Ernesto Guevara unieron también sus ansias de libertad y justicia para Cuba toda.

Sobre el Titán de Bronce, expresó Fidel Castro Ruz en la inauguración del Complejo de la Salud Ernesto Che Guevara, en la Provincia de Las Tunas, 14 de junio de 1980:

    “[…] Maceo tan valiente, tan puro, tan leal, tan disciplinado, tan agradecido, recordaría junto a nosotros, con la misma gratitud que nosotros, el gesto de este hijo del pueblo argentino que se unió a nosotros, arriesgó muchas veces su vida junto a nosotros y dio su vida por la causa de la liberación de este continente; con la misma admiración y respeto, cariño y agradecimiento […].”

    “Maceo es nuestro, continuaremos honrando su gloria y su memoria de mil formas diferentes; su gloria y su memoria continuaremos honrándolas en el trabajo, en las luchas, en el cumplimiento de nuestros deberes internacionalistas y fundamentalmente con nuestro patriotismo […]”

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Precisamente en su discurso pronunciado en acto solemne de homenaje a los natalicios de Maceo y Che, en el Cacahual, La Habana, el 15 de junio de 2002, dijo el Comandante en Jefe:

    “Los revolucionarios cubanos, en medio de la batalla de ideas que hoy libramos y enfrascados en ardua y heroica defensa de la Patria, la Revolución y el Socialismo, un día como hoy les rendimos especial tributo a nuestros dos grandes héroes, con una firme e inquebrantable decisión: ¡seremos todos como Maceo y el Che!”

Sobre el Che, en la velada solemne en su memoria, en la Plaza de la Revolución, el 18 de octubre de 1967 dijo:

“Es que en el Che no solo admiramos al guerrero, al hombre capaz de grandes proezas. Y lo que él hizo, y lo que él estaba haciendo, ese hecho en sí mismo de enfrentarse solo con un puñado de hombres a todo un ejército oligárquico, instruido por los asesores yankis suministrados por el imperialismo yanki, apoyado por las oligarquías de todos los países vecinos, ese hecho en sí mismo constituye una proeza extraordinaria”.

    “El Che era un insuperable soldado; Che era un insuperable jefe; Che era, desde el punto militar, un hombre extraordinariamente capaz, extraordinariamente valeroso, extraordinariamente agresivo. Si como guerrillero tenía un talón de Aquiles, ese talón de Aquiles era su excesiva agresividad, era su absoluto desprecio al peligro”.

    “Si queremos un modelo de hombre, un modelo de hombre que no pertenece a este tiempo, un modelo de hombre que pertenece al futuro, ¡de corazón digo que ese modelo sin una sola mancha en su conducta, sin una sola mancha en su actitud, sin una sola mancha en su actuación, ese modelo es el Che! Si queremos expresar cómo deseamos que sean nuestros hijos, debemos decir con todo el corazón de vehementes revolucionarios: ¡Queremos que sean como el Che!”

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Ya en 1987, en Pinar del Rio, el 8 de octubre, en el acto central por el XX Aniversario de la caída en combate del internacionalista argentino, afirmó:

    “Hoy no se le rinde tributo al Che una vez al año, ni una vez cada 5, 10, 15, 20 años; hoy se le rinde homenaje al Che todos los años, todos los meses, todos los días, en todas partes, en una fábrica, en una escuela, en una unidad militar, en el seno de un hogar, entre los niños, entre los pioneros que quién puede calcular cuántos millones de veces han dicho en estos 20 años: “¡Pioneros por el comunismo, seremos como el Che!”.

Tomado de Cubadebate