La conmemoración del Día del Discapacitado, organizado por profesores y estudiantes del Departamento de Educación Especial, de la Facultad de Educación Infantil en la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas fue, más que una gala, la demostración del cumplimiento de los derechos humanos y el establecimiento de un compromiso para romper barreras que impidan alcanzar el pleno desarrollo de la personalidad humana, el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y sus libertades fundamentales.

La gala, cargada de emociones, hizo brotar en más de uno de las participantes, lágrimas no de lástima sino de amor por los logros alcanzados en el desarrollo de hábitos, habilidades, capacidades y valores exhibidos por los discapacitados, gracias a esfuerzos conjuntos de docentes, padres y agentes comunitarios.

Cuba es un país que se precia, con toda justicia, del respeto y protección de los derechos humanos de todos sus ciudadanos. Especial atención se ofrece a los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales.

La DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS, en el Artículo 26 recoge que:

  1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos.
  2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.
  3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.

Orgullosos los profesionales de la educación en Cuba, exhiben un sostenido y meritorio trabajo en todos los niveles educacionales; pero sin dudas, es la Educación Especial quien, como obra de infinito amor, se constituye en un modelo de avanzada de las corrientes inclusivas que para el país y el mundo constituyen un reto contemporáneo.

Por: MSc. María Eloísa Díaz Avilés y MSc. Tamara Hernández Ortega