Por Elianet Carrazana Moreno, Grupo de Prensa Estudiantil

La Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas (UCLV) celebró los pasados días 9 y 10 de junio una nueva edición de la Copa de Programación ACM-ICPC (Association for Computing Machinery-International Collegiate Programming Contest).

Por cuarta vez consecutiva, el evento, enmarcado en la séptima y última etapa de la segunda edición de la Liga Cubana de Programación y como una iniciativa de la universidad y la facultad de Matemática, Física y Computación (MFC), pretende medir la capacidad para programar de los equipos y prepararlos para participar en los venideros concursos oficiales.

La Copa contó con la presencia de un total de 12 equipos pertenecientes a la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI), a la Universidad Hermanos Saíz Montes de Oca, de Pinar del Río, al IPVCE Ernesto Guevara y a la institución  anfitriona, la UCLV.

«La IV Copa ACM-UCLV es un evento que estimula la participación de los estudiantes en el área del conocimiento relacionada con la programación. En cada una de las ediciones se ha propuesto elevar las capacidades y potencialidades de los estudiantes, en parte porque todos los ejercicios están en idioma inglés, lo que demanda mayor preparación», aclaró Yanet Rodríguez Sarabia, decana de la facultad de MFC.

Luego de cuatro horas de competencia y de una reñida lucha por el primer lugar, el equipo KFP, de la UCLV, logró alcanzar el primer lugar del evento, con un total de seis problemas resueltos.

Daniel Enrique Córdoves Borroto, Ruddy Guerrero Álvarez y Niuber Ramírez Grey  se llevaron, además, los premios al Equipo exclusivo, Equipo veloz y Equipo certero, otorgados por los organizadores del certamen.

«Mi equipo y yo siempre esperamos alcanzar el primer lugar aquí en nuestra universidad porque para eso entrenamos todo el año, participamos en eventos de la ACM-ICPC y ejercitamos individualmente. En esta ocasión la competencia estuvo muy cerrada, solo en los últimos minutos pudimos alcanzar el primer puesto y desplazar a los muchachos del equipo FreeStyle de la UCI a un segundo lugar. Nos sentimos muy contentos», expresó Ruddy Guerrero Álvarez, joven de tercer año de Ciencias de la Computación.

El tercer lugar también lo logró uno de los siete equipos de la UCLV, el SmartWare, el cual respondió correctamente tres problemas.

«Los problemas a los que se enfrentan los estudiantes son elaborados por los organizadores de la Copa con el mismo rigor de los ejercicios de eventos oficiales. Nosotros, además, realizamos la descripción de los mismos y los programas para validarlos.

«Esta información se monta en una página que no es más que un juez en línea. Los concursantes, a través de un programa, hacen un software capaz de resolver el problema. Al terminar lo envían al sistema y se verifica si los códigos son los correctos, todo esto en tiempo real», explicó José Daniel Rodríguez Morales, profesor de la facultad de MFC y que, a la vez, atiende el movimiento ACM-ICPC en la universidad.

Aunque no se clasifica a una etapa superior, el equipo ganador de esta Copa aporta puntos a su institución, es decir, al ranking de la liga, y que otorga la posibilidad de presentar un mayor número de equipos al Concurso Nacional.

Los tres primeros lugares de esta lista se reconocerán durante la ceremonia de inauguración de la sede cubana de la final caribeña que, del 8 al 12 de noviembre, se desarrollará en la UCLV por primera vez.

De manera escalonada, en el mes de septiembre comienza la competencia a nivel local (en las universidades), los ganadores pasan al nacional, luego al regional y por último al internacional, que tendrá lugar en Beijing (China) en el 2018.

Por otra parte, dentro de las actividades de la Copa, en la Facultad de MFC se inauguró el tercer laboratorio de Cuba dedicado a la programación competitiva, antecedido solo por la UCI y por la Universidad de Guantánamo.

Para Dobiel Antonio Ripol Méndez, director general de la ACM-ICPC en el Caribe, quien además estuvo presente en el certamen, resulta un privilegio contar con un espacio donde los estudiantes y sus entrenadores confluyan a debatir y resolver ejercicios, priorizando su preparación y superación. Asimismo, considera que estas iniciativas le permiten a la institución atender todo tipo de actividad de programación de manera centralizada y fortalecerse en este tipo de competiciones.