Hoy me enteré por Luis Ramiro del fallecimiento de Ricardo Grau. Hablé con Libia.

Un día me designaron para hacer las palabras de elogio al otorgársele la merecida categoría de Profesor de Mérito de la UCLV. Pocas veces he cumplido con tanto placer una tarea encomendada. Fue muy emotivo. Vi al claustro de la universidad vibrar en aquel acto. Grau era muy muy querido y respetado. A lo largo de su fructífiera vida recibió innumerables e importantes reconocimientos y estímulos.

Durante décadas estuve muy cerca de Grau y tengo mucho que agradecerle como persona y en la promoción del desarrollo en mi gestión universitaria. Llevé la intervención manuscrita, improvisé algo desde el corazón y no me perdono que por mi parte no quedara constancia escrita de ese momento. En este triste momento quiero recordarlo como lo caractericé aquel día que permenece en mi memoria como si fuera hoy.

Recuerdo que destaqué tres aspectos de Ricardo Grau:

-Grau fue promotor del desarrollo de la matemática de alto nivel, pero también precursor de la matemática aplicada a profundidad a todo lo ancho del perfil científico de la UCLV, de la ciencia villareña, e incluso a nivel nacional. Cómo no recordar su temprana defensa de doctorado sobre el análisis de problemas estructurales constructivos, mediante complejos sistemas de ecuaciones diferenciales y su solución por modernos métodos numéricos y computacionales para esa época. Recuerdo la belleza y profundidad del intercambio sobre el tema entre Grau como doctorando y su oponente de la CUJAE, gran especilista en ingeniería estructural. Al aparecer las nuevas potencialidades de  las computadoras personales, Grau se proyectó como una figura clave en el desarrollo de la simulación, modelación y optimización de procesos, la estadística y en general la investigación de operaciones en la UCLV. Cuánto le debemos a Grau en la calidad y profundidad científica de gran parte de la ciencia universitaria y su expresión en doctorados, publicaciones y premios de la Academia de Ciencias de Cuba.

-Grau fue un gran estratega del desarrollo universitario. Para ello no necesitaba cargos, aunque los tuvo. Fue asesor estratégico vital durante décadas de diferentes rectores. Grau se ganó que sus recomendaciones fueran siempre muy tenidas en cuenta para bien, por los equipos de dirección. Incluso decisiones delicadas que podían afectar intereses de algunos colectivos. Por ejemplo, sobre el manejo de la infraestructura de computación, eran aceptadas por la generalidad del claustro, porque  se sabía que detrás de la decisión estaba la certera visión estratégica del desarrollo universitario de Ricardo Grau. Ningún área universitaria escapaba a la infleuencia desarrolladora de Grau. Recuerdo cuando se autodesignó para impartir la estadística en la carrera de psicología e introdujo el SPSS y logró que los estudiantes lo manejaran con soltura en proyectos de curso temprano en los años 80. Los aportes desarrolladores de Grau siempre fueron sostenibles, supo formar su relevo en todo lo que hizo.

-Pero Grau quizás por encima de todo, fue una excelente persona, compañero, amigo, padre de familia;  revolucionario siempre solidario y dispuesto a ayudar a quien lo necesitara en su amplísimo perfil de trabajo. Recuerdo las consultas diarias citadas en el parque frente a la terminal de trenes en los años más duros del período especial, aprovechando el tiempo disponible entre su llegada en el tren de Cienfuegos y su salida en el tren de la UCLV. Especialistas de medicina, estomatología y todas las ramas de la ciencia, más allá de las presentes en la UCLV acudían a él. La estadística que él contribuyó a desarrollar no lo recoge, pero sin duda cientos de profesores, investigadores y profesionales le agradecen sus aportes a sus tesis de maestría, especilidad y doctorado.

La despedida es difícil además de triste. En los últimos años estuve más distante de Grau, pero al despedirlo quiero recordarlo así, como uno de los grandes profesores de la UCLV de todos los tiempos, figura clave en la categoría de universidad de excelencia que hoy ostentamos  y con el compromiso de que esa excelencia que él ayudó a crear, siga siendo un pivote de desarrollo para toda la región central del país, como él nos enseño a hacer.

Descansa en paz Ricardo Grau.