A pocos días de poner los pies en suelo cubano, el pequeño grupo de cinco estudiantes y una profesora de la Facultad de Construcciones de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas ya estaba de nuevo en las aulas. Apenas fueron una veintena de días en Alemania para cumplimentar un intercambio académico con la Universidad de Kassel, pero les sirvió para potenciar conocimientos y fortalecer sus perspectivas sobre la carrera de Arquitectura.

Los estudiantes de 3er año Isady González Díaz, Ernesto Rivero Ramírez y Alejandro Sarduy Cazorla, así como los de 4to Adrián Ávila Morales y Rodolfo Garmendía Cerrillo, junto a la profesora Yanay Ruiz Rosa, del Departamento de Arquitectura, tuvieron la oportunidad de cumplimentar este viaje y llevar la experiencia de la UCLV hasta el Viejo Continente.

Este intercambio surge a partir de las relaciones de la UCLV con la Universidad de Kassel y posibilita el encuentro académico entre ambas Casas de Altos Estudios. De hecho, como previa a esta visita cubana al país europeo, un grupo de estudiantes alemanes y cubanos desarrollaron en la Isla una serie de actividades donde, por ejemplo, compararon juntos las características de algunas edificaciones de la Ciudad de La Habana y Villa Clara. De esa experiencia surgieron los 5 estudiantes que luego realizaron este viaje.

“Para esta visita seleccionamos estudiantes fundamentalmente de 3ero y 4to año, y tuvimos en cuenta criterios como su participación en las actividades y su promedio académico, pero también que su estancia allá permitiera aprovechar el conocimiento acumulado y emplearlo aquí, porque puede ser muy útil para el resto de la facultad”, asegura la profesora del Departamento de Arquitectura.

Mientras tanto, Isady González Díaz, de 3er año, resaltó la posibilidad de conocer de primera mano lugares y tipologías constructivas que solo podían apreciar mediante fotos o diapositivas en las aulas. “Nos impactó mucho el uso de las áreas verdes, la forma en que aprovechan cada uno de los espacios disponibles para convertirlos en un pequeño jardín, o en un sitio para leer o compartir en familia. Son cosas que aquí conocemos también, pero que pocas veces llevamos a la práctica.”

Una opinión similar comparte Alejandro Sarduy Cazorla, quien también recuerda la impresión causada por el ordenamiento de las calles y el cuidado que tienen los arquitectos para minimizar el tránsito de automóviles por los sitios históricos, así como la educación que han desarrollado en cuanto a la protección del medio ambiente y a la planeación de obras que incluyan las necesidades de las personas con algún tipo de discapacidad física.

Sin embargo, las cuestiones técnicas también le cedieron espacio al conocimiento de ese país. “En el Museo Judío vimos los crímenes contra ese grupo durante la Segunda Guerra Mundial. También los refugios de los ciudadanos para escapar de las bombas y la persecución a que eran sometidos algunos. Experiencias como esa no solo contribuyen a nuestra formación como profesionales, sino también como seres humanos”, acotó tambié la profesora Ruiz Rosa.

Por su parte, Ernesto Rivero Ramírez, también de 3er año, recordó que lo más complicado de la estancia en el país europeo fue el cambio de horario. “A veces creíamos que era por la mañana y de pronto descubríamos el mediodía. Fue un poco complicado al principio, pero luego nos adaptamos”, rememora. Igualmente, todos agradecen a la UCLV por permitirles esta experiencia y resaltaron que hacia allá también llevaron los valores que identifican a los estudiantes cubanos.

Apenas fueron 20 días entre edificaciones y nueva cultura, pero les bastó a estos muchachos para demostrar sus conocimientos y ganar una experiencia vital. Gracias al apoyo de su universidad, a la probada calidad como estudiantes y profesores y al espíritu de fortalecer el modelo de profesional egresado de una de las Casas de Altos Estudios más importantes del país, este intercambio llevó a la UCLV más allá de sus fronteras.