Luego de todo el proceso de nominación, donde cada persona hizo suyo el derecho, por libre y espontánea decisión, de nominar a quienes, por sus méritos, su capacidad y fidelidad al pueblo pudieran representarlos, los cubanos y cubanas asistirán este 26 de noviembre a las urnas para decidir, en voto directo y secreto, los delegados de cada circunscripción, los que a su vez constituyen el gobierno en cada municipio del país.

Estas elecciones en Cuba son las primeras después de la desaparición física del Comandante en Jefe Fidel Castro, y sin lugar a dudas, con este acto cívico el pueblo respaldará el ideario del líder cuando expresó en febrero del 2013: “Aquí las elecciones no son como en Estados Unidos, donde apenas vota una minoría. No podemos dejar que eso pase nunca, porque aquí manda el pueblo.”

En esta ocasión, más de ocho millones de cubanos están citados a las urnas en más de 24 mil 300 colegios electorales, con el objetivo de elegir a los representantes del pueblo en las asambleas municipales.

El pueblo en Cuba va a las urnas como un elemental derecho humano, no va con imposiciones, ni por prebendas, asiste para con su libertad de expresarse y votar por su país, por su bandera, por su presente y futuro y por la seguridad social que lo ha acompañado siempre en estos casi 60 años de Revolución Cubana.

Las elecciones en Cuba y la masiva participación que siempre las ha caracterizado es la fe inquebrantable de la defensa de la democracia, donde no hay distinción de raza, credo, sexo, solo igualdad en los derechos.

Democracia plena, democracia participativa, la misma que en determinado momento ha sido vilipendiada por elementos descolocados dentro y fuera de Cuba, pero que siempre tropezará con la muralla infranqueable del pueblo decidiendo su destino. Porque para malestar de esos descolocados en Cuba el Partido NO nomina, ni elige: En Cuba elige El Pueblo, aunque en más de una ocasión intenten ponerle cortina de humo a este acto soberano.

Por eso, este 26 de noviembre, una vez más, injuriosos criterios de la libertad de expresión y de democracia en Cuba, se harán añicos con un pueblo organizado, dispuesto, alegre, hacendoso tomando las calles, los barrios y los colegios para dar su voto al mérito, la capacidad y el compromiso, y por la soberana bandera que no ha sido, ni será jamás mercenaria. Voto #PorCuba, #VotoPorTi

Por: Ana Hernández Hernández

Tomado de Cubadebate