Antoine de Saint-Exupéry nació el 29 de junio de 1900 en Lyon, Francia, en una familia aristocrática. Desde joven mostró interés por la aviación y en 1921 obtuvo su licencia de piloto. Durante la Primera Guerra Mundial sirvió como piloto en la Fuerza Aérea francesa y luego trabajó como piloto civil en diversas rutas internacionales.
En 1931 publicó su primera novela, “Correo del Sur”, inspirada en sus experiencias como aviador. Sin embargo, fue con la obra “El Principito”, publicada en 1943, que alcanzó fama mundial y se convirtió en un clásico de la literatura universal. Esta obra, escrita e ilustrada por él mismo, es una fábula filosófica que aborda temas como la amistad, el amor, la soledad y la búsqueda de significado en la vida.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Saint-Exupéry se unió a las Fuerzas Aéreas Francesas Libres y desapareció en una misión de reconocimiento el 31 de julio de 1944. Su avión fue derribado y su cuerpo nunca fue encontrado. A pesar de su trágica muerte a una edad temprana, Antoine de Saint-Exupéry dejó un legado literario inmortal con “El Principito”, una obra que sigue inspirando a lectores de todas las edades en todo el mundo.
La UCLV recuerda y honra la memoria del gran escritor Antoine de Saint-Exupéry, a través de las páginas de “El Principito”, Saint-Exupéry nos regaló un universo de reflexión, ternura y belleza. Sus enseñanzas sobre la importancia de los valores humanos, la amistad, la bondad y la sencillez han trascendido generaciones, inspirando a lectores de todas las edades a mirar el mundo con ojos limpios y corazón abierto.
En cada línea de su obra maestra, Saint-Exupéry nos invita a cuestionar nuestra percepción de la realidad, a valorar lo esencial y a apreciar la belleza de las pequeñas cosas. Su legado literario nos recuerda la importancia de cultivar la inocencia, la curiosidad y la empatía en un mundo cada vez más complejo y acelerado.