El maltrato o acoso escolar entre iguales es una conducta de persecución física y/o psicológica que realiza un alumno o alumna contra otro, al que elige como víctima de repetidos ataques y la forma en que se comete este maltrato puede ser verbal, física o de aislamiento social hacia la víctima.

¿Es frecuente? Claro que sí, este es un fenómeno que sucede en todos los países donde se ha estudiado y que provoca en las víctimas efectos claramente negativos como el descenso de la autoestima, estados de ansiedad e incluso cuadros depresivos; lo que dificulta la integración de la persona en el medio escolar y en el desarrollo normal de los aprendizajes.

La forma de relacionarse entre los alumnos cuando se presentan situaciones de acoso escolar viene determinada tanto por el silencio compartido por el agresor y el observador, como por la percepción de amenaza del ambiente escolar, que percibe la víctima, y sobre quien todas las formas de maltrato, tienen consecuencias negativas.

Resulta válido aclarar que generalmente las situaciones de acoso se dan en las zonas comunes del centro escolar, como el patio del recreo, el baño o el comedor, donde la supervisión del adulto es menor.

Sin embargo, no siempre se realiza dentro de la institución educativa y puede producirse en el entorno de la víctima: el barrio, la calle, los parques; y actualmente cada vez con más frecuencia, en la red: correo electrónico, dispositivo móvil o redes sociales.

Las situaciones de maltrato también pueden darse entre alumnos de distintos centros escolares, lo que provoca que la detección de las situaciones violentas sea un reto complejo para padres y profesores.

¿Cómo se puede manifestar el acoso escolar?

  • El niño es golpeado.
  • Cuando se le tira el cabello.
  • Se imitan sus gestos.
  • Destrozo de materiales personales o pequeños hurtos.
  • Amenazas de violencia.
  • Asignación de apodos o sobrenombres. 
  • Exigencia de dinero o de bienes materiales.
  • Utilización de lenguaje sexualmente ofensivo.
  • Exclusión y aislamiento en las actividades escolares como trabajo en grupo, actividades recreativas y/o deportivas.
  • Ridiculización y humillación.
  • La expansión de rumores tendientes a generar malestar a los estudiantes acosados.
  • Cyberbullying (el uso de las tecnologías para agredir, maltratar, intimidar o amedrentar a estudiantes por parte de sus compañeros).

¿Cuáles son sus consecuencias?

  • La destrucción paulatina de su autoestima (decrece a tal grado que llegan a aceptar las diversas formas de acoso aún siendo consientes que los están sometiendo a altos niveles de agresión física y psicológica).
  • Bajo rendimiento académico.
  • El incremento de la falta de confianza en sí misma y en sus capacidades.
  • Sufren un riesgo de estrés postraumático.
  • Las conductas de violencia psicológica basadas en la burla y la exclusión social son las que más incrementan la ideación suicida recurrente.
  • Los intimidados tienden a ser infelices en la escuela.
  • Sentimientos de tristeza y desesperanza.
  • Dificultades para dormir.
  • Puede predecir la conducta antisocial y violenta del adulto.
  • Altos niveles de rechazo a la escuela (por temor a los compañeros, al trabajo escolar o a algún profesor).
  • Manifestaciones de ansiedad, estrés, miedo, apatía, angustia, rabia reprimida, dolores de cabeza o estómago, pérdida del apetito.

Por Banca María Jiménez Reyes, especialista del CBU