Quedó muy bien Fulgencio

Otra de sus cosas era con los perros, con los animales en general. Recuerdo ahora que, al poco tiempo del 10 de marzo de 1952, del golpe de Estado que diera el dictador Fulgencio Batista, se apareció en casa un perrito. Llegó por la madrugada, de eso estoy seguro, porque Camilo, asociando la llegada del animalito con la entrada de Batista por la posta 6 en una madrugada, le puso Fulgencio.

Cuando se fue quisimos disimular y le decíamos Negrito. Una vez le escribimos mandándole una foto y él contestó: “Quedó muy bien Fulgencio.”

Cuando nos hacen un registro, ven la carta y me preguntan por Fulgencio y cuando le digo que Fulgencio es el perro, ¡cómo se puso el guardia!

(Narrado por Ramón Cienfuegos, padre de Camilo)

Con esta y otras anécdotas poco conocidas, rindieron homenaje en horas de la mañana trabajadores y estudiantes de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas a Camilo Cienfuegos.

No podía ser de otra manera, y es que hoy se cumplen 60 años de su desaparición física. Por estos días, el Señor de la Vanguardia, se nos revela más jovial, más vivo en los rostros y la memoria de los cubanos.

Hoy le regalamos flores. El río fue mensajero del cariño, la admiración y el amor hacia el guerrillero eterno; conscientes todos de que vive, porque está en el pueblo, él es el pueblo.