Tras siete meses del inicio de la lucha en Cuba contra la pandemia de Coronavirus, la comunidad científica de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas no ha detenido su trabajo pese a las nuevas condiciones y a los escenarios adversos que se enfrentan. Durante este período la búsqueda de soluciones a partir de la investigación científica se ha extendido en la práctica social.

¿Cómo producir ciencia universitaria en un contexto epidemiológico tan complejo? ¿Cómo enfrentar el proceso de recuperación, ante la crisis generada por la pandemia, desde la actividad ciencia, tecnología e innovación cada vez más pertinente? Al respecto conversamos con el Dr. C. Luis Antonio Barranco Olivera, vicerrector primero de la UCLV, al frente de los procesos de investigación y posgrado.

¿Cómo se ha proyectado la actividad de ciencia, tecnología e innovación de la UCLV en la etapa de pandemia y de recuperación?

“A mediados de mayo la universidad recibió un llamado del gobernador provincial de Villa Clara para identificar en qué áreas la UCLV podría brindar apoyo en una etapa de recuperación. Anteriormente varios investigadores se nos habían acercado para proyectar aportes al país ante una situación tan compleja”.

“A partir de ahí se produce un dialogo entre nuestros científicos y las autoridades del territorio. Se colegiaron ideas entorno a las 12 líneas de investigación universitaria y se presentaron un grupo de prioridades, como la producción de alimentos, la percepción de riesgo y el impacto post-pandemia, el trabajo con el hábitat y el desarrollo de la industria”.

“En el intercambio nos convocaron a orientar y colaborar sobre esos elementos, escribir propuestas y comenzar a trabajar lo antes posible. Desde entonces nuestra comunidad científica ha laborado en diversos proyectos, alianzas estratégicas para buscar soluciones a los problemas del país. Hoy, ya existes resultados concretos que impactan favorablemente en el escenario socioeconómico de Cuba”.

¿Cuáles son los resultados más importantes?

“Hablamos de alrededor de 30 impactos en las 12 líneas de investigación de prioridad universitaria, que abarcan todas las áreas de la ciencia. Dentro de las acciones es importante mencionar en el campo de la producción de alimentos, la implementación del programa de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional en Villa Clara, así como otros proyectos que vinculan a instituciones como AzCuba, LABIOFAM, la Empresa Geominera del Centro, entre otros”.

“Se destacan otros resultados como las herramientas de análisis del comportamiento de la pandemia tanto en Cuba como en la provincia, un sistema para la detección y diagnóstico de Covid-19 a partir de imágenes de rayos X, todo lo relacionado con el asesoramiento a las autoridades de Villa Clara para la atención a la población y la toma de decisiones y los distintos canales de ayuda psicológica a la familia ante el impacto del Coronavirus”.

“En los resultados se incluyen las estrategias y obtención de productos naturales, sintéticos y químicos, como el Furvinol, el desarrollo energético sostenible a partir de pre-factibilidad y otros proyectos. Se ha trabajado en el montaje de 16 plantas de producción de cemento LC3 y la puesta en funcionamiento de la planta en UCLV. Además, se trabaja en la obtención de tizas escolares para la sustituir la importación de este material”.

¿Al observar estos resultados, se pueda afirmar que la ciencia universitaria se ratifica como una ciencia pertinente?

“Yo diría muy pertinente. En términos genéricos de ciencia está la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i), y la Universidad ha demostrado en este tiempo que las investigaciones realizadas tienen que ver mucho con la innovación, y que está ultima se constitutye el motor que mueve la economía, es decir cómo se introduce todo esto en la práctica social, en el desarrollo industrial, en la mesa de cada cubano, en el día a día de cada ciudadano”.

“Se ha trabajado desde la investigación, pero para resolver los problemas prácticos de la Isla. La ciencia en UCLV ha estado con la mira en las necesidades del país, con esa visión de ciencia pertinente que se apega a las demandas de la dirección de nuestro gobierno y que en la UCLV viene desde aquel llamado del Che de que la Universidad rebase sus predios“.

En la tercera visita gubernamental a Villa Clara el Presidente de la República de Cuba Miguel Díaz-Canel Bermúdez calificó a la UCLV como “el ideal a lo que aspiramos lograr en materia de investigación científica e innovación en Cuba” ¿cómo llega la comunidad científica a este momento?

“En la Universidad se potencia la investigación científica como un proceso clave y se vincula al objetivo fundamental de la casa de altos estudios: formar profesionales altamente calificados y comprometidos con la Revolución. Por ello, existe una amplia producción científica reconocida nacional e internacionalmente”.

“Una de las principales problemáticas que ha enfrentado la ciencia universitaria se relaciona con la integración de los resultados científicos a la práctica social. Hoy en la Universidad a partir de alianzas con instituciones, el vínculo universidad-empresa, universidad-sociedad se ha logrado que las investigaciones fuertes den ese salto hacia la innovación y aporten al país bienes, servicios y productos con valor agregado. Esa es una fortaleza de la ciencia universitaria en los momentos actuales y nos convierte en un polo de innovación importante para la nación“.

¿Qué papel ha jugado el vínculo universidad-empresa, tan potenciado en los últimos tiempos?

“Es imposible que existe un grupo de científicos trabajando en un proyecto que consideren importante, si la sociedad o el mundo empresarial no lo demanda como una necesidad. A través de la SICTE SA (empresa de interfaz de UCLV) ya tenemos 20 convenios en proceso de contratación con diferentes entidades con un valor de 1.6 millones de pesos, además están previstos 56 contratos potenciales“.

“Las empresas reconocen que la universidad aporta elementos importantes en materia de ciencia, tecnología e innovación que impactan en su desarrollo y por tanto fomentan ese vínculo constante con nuestra casa de altos estudios. Todo esto genera relaciones donde todos ganamos, en la UCLV se fortalece el claustro, los estudiantes y el sistema de ciencia, pero en las entidades se crean capacidades para generar nuevos bienes y servicios“.

¿Con vistas a la recuperación tras la pandemia cuáles son las prioridades y retos?

“Para esta etapa, las prioridades se encaminan hacia la recuperación de los niveles de defensa de doctorados, es una línea muy afectada por las propias dinámicas de aislamiento social en estos tiempos de pandemia. Hay que trabajar en la consolidación y acreditación de programas de posgrado a partir de procesos de evaluación externa“.

“Ya tenemos empresa de interfaz (SICTE SA), el reto es adaptarnos a esta realidad y trabajar para convertir la empresa en una institución eficaz, pertinente, sostenible y que genere riquezas para la Universidad y el país. También existe una nueva estructura de proyectos con 13 programas nacionales en los que debemos insertarnos, buscar financiamiento y alianzas estratégicas”.