Gerardo Salas González, presidente de la Federación Universitaria de San Marcos (FUSM) en Lima, Perú compartió la presente declaración a sus homólogos de UCLV a través del blog Horizontes de los estudiantes de Periodismo , manifestando su condena a las políticas injerencistas del gobierno de Trump contra Cuba.

Cuba es el símbolo de soberanía y resistencia frente a los Estados Unidos, la reciente partida de Fidel (2016) nos deja un reto continental: hacer verbo el sentimiento de unidad en América Latina y el Caribe.

Hoy América Latina y El Caribe convive con el penoso reconocimiento de ser el continente más desigual del mundo. Ello, en razón de la hegemonía de la matriz occidental Estadounidense de carácter político, económico, académico y cultural. Puntos clave para explicar la influencia del neoliberalismo y lo dramático del acceso y defensa de los pueblos a los derechos al trabajo, salud, educación, vivienda, entre otros. Y motivo fundamental para exacerbar la defensa del modelo cubano, garante de tales derechos como principios rectores de su revolución socialista.

Estados Unidos ha tenido una política de tutela y control de los estados americanos, tutela bajo la figura de una supuesta “defensa de la democracia” y control bajo el monopolio de los empréstitos y direccionamiento de gasto de los mismos. Ello ha llevado a que las políticas nacionales sean dependientes de los intereses de sus grandes monopolios financieros y por tanto dependientes políticamente de las condiciones de su gobierno de turno.

En el marco de dicha política de tutela y control es que el 16 de junio del presente año, el gobierno estadounidense firmo la directiva denominada “Memorando Presidencial de Seguridad Nacional sobre el Fortalecimiento de la Política de los Estados Unidos hacia Cuba” documento con el cual se reanuda el recrudecimiento del bloqueo contra Cuba y la dificultad para el intercambio académico, entre otros. Dicha praxis pone de manifiesto el infantilismo político del actual gobierno estadounidense con Donald Trump a la cabeza y la falta al cumplimiento de acuerdos firmados el 17 de diciembre de 2014 entre Barack Obama y Raúl Castro, como punto de inicio para el restablecimiento histórico de relaciones bilaterales.

Estados Unidos por historia y práctica actual es el menos indicado en alegar el respeto y defensa de derechos humanos. No podemos aceptar imposiciones de un gobierno que pregona democracia mientras vive bajo instituciones que restringen libertades y derechos civiles. Solo la solidaridad latinoamericana consciente de la riqueza cultural de sus pueblos y de la necesidad de hermandad entre prójimos puede hacer sentar la posición de defensa ante cualquier tipo de agresión intervencionista de Washington.

Por ello, desde la Federación Universitaria de San Marcos, respaldamos al gobierno revolucionario de nuestro hermano país de CUBA ante las políticas injerencistas del gobierno de Estados Unidos por obstaculizar el desarrollo de su pueblo. La soberanía e independencia de Cuba como patria libre deben defenderse ante las políticas de restricción por encargo de intereses ultraconservadores amparados por un patriotismo exacerbado hasta el ridículo y por el ansia de poder de la elite cubanoamericana, estos últimos, traidores de su propia patria.

Es nuestro deber manifestarnos por la defensa de la independencia, soberanía y autodeterminación cubana. Ningún poder externo tiene la potestad de definir la vida y política de un pueblo nacido libre. Es la voluntad de sus miembros quien debe decidir su bienestar y desarrollo, no criterios comerciales que promuevan el lucro por encima de los valores que fundamentan la dignidad humana.

“La América ha de promover todo lo que acerque a los pueblos y de abominar todo lo que los aparte.” José Martí

Solidaridad con Cuba, con la Revolución y con el espíritu de hermandad entre América Latina y el Caribe.

¡Hasta la victoria, siempre!