La palabra es la clave del entendimiento entre los países, constituyendo la única vía para la resolución de conflictos. El 23 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Palabra por iniciativa de la Fundación Cesar Egido Serrano, basándose en la importancia del diálogo, como herramienta fundamental para la erradicación de cualquier manifestación de violencia, concienciando a la sociedad acerca de este precepto.
La Fundación envió una propuesta ante la Organización de las Naciones Unidas, quedando seleccionado el 23 de noviembre como esta efeméride y que a su vez coincide con la inauguración del Museo de la Palabra, ubicado en la Provincia de Toledo, España.
La Fundación César Egido Serrano es una Fundación sin fines de lucro, se funda el 25 de marzo de 2009, su finalidad es propiciar la convivencia entre culturas y religiones diferentes.
La fundación maneja el lema “La Palabra como vínculo de la humanidad, frente a toda violencia”. La celebración busca también promover el respeto por la diversidad lingüística y la riqueza cultural que cada idioma aporta al mundo.
En un mundo cada vez más globalizado, donde las interacciones entre diferentes culturas son inevitables, la preservación y promoción de esta diversidad lingüística se vuelve crucial. Enriquece nuestras vidas y fomenta el entendimiento y el respeto mutuo entre los pueblos.
Esta efeméride constituye un ejemplo emblemático de cómo la diversidad lingüística puede ser un puente hacia la integración social y cultural. Este día no solo se dedica a la celebración de las lenguas del mundo, sino que también sirve como un recordatorio de la importancia de la comunicación en la construcción de sociedades pacíficas. Al reconocer y valorar las múltiples lenguas que coexisten en nuestro planeta, promovemos un entorno donde las diferencias se celebran en lugar de ser motivo de conflicto.
A través de la palabra, se construyen diálogos significativos que trascienden barreras y prejuicios. La diversidad lingüística invita a escuchar y aprender de las experiencias de los demás, fomentando un sentido de comunidad y pertenencia. En el mundo los conflictos y la violencia a menudo surgen de la incomprensión y la intolerancia, esta fecha nos recuerda que el verdadero poder radica en la capacidad de comunicarnos y entendernos mutuamente.
Promover la diversidad lingüística es, por tanto, una forma de resistencia contra la homogeneización cultural y una afirmación del derecho de cada individuo a expresar su identidad. En este sentido, el Día Internacional de la Palabra se convierte en una celebración de la paz y la integración, donde cada voz cuenta y cada lengua tiene su lugar.