En el año 1925, la Convención Anual de la Asociación de Leones contó con la presencia de Hellen Keller, quien sensibilizó a los presentes acerca de las dificultades que debía afrontar a diario a causa de su ceguera.
En 1930 George Benham, presidente del Club de Leones de Illinois, propuso para uso de los discapacitados visuales un bastón blanco con extremo inferior rojo, a fin de que se les otorgue prioridad de paso. La propuesta fue aceptada y en poco tiempo el uso de dicho bastón se hizo universal.
A su vez Richard Hoover, oftalmólogo que trabajaba con los veteranos de guerra, observó que los ex soldados ciegos se desplazaban torpemente con bastones gruesos de madera. Investigó entonces su marcha, postura, equilibrio y ritmo y en 1946 llegó al diseño un bastón prototipo, que es utilizado hasta hoy.
Para la persona que utiliza el bastón, sus características de diseño y técnica de manejo facilitan el rastreo y detección oportuna de obstáculos que se encuentran a ras del suelo, y sirve para que las personas ciegas puedan desplazarse con mayor autonomía y seguridad en su vida cotidiana, al servir como distintivo, como informador y como protección.
Desde 1980, cada 15 de octubre se celebra el Día Mundial del Bastón Blanco, una fecha que representa la integración y sensibilización de la sociedad con las personas con discapacidad visual. El uso del bastón blanco constituye un símbolo a nivel mundial, para identificar a las personas con alguna discapacidad visual. Representa una contribución a la integración de las personas discapacitadas visuales.
Al conmemorar este importante día, se busca apostar por la esperanza de que quienes adoptan las decisiones reconozcan la trascendencia del derecho de las personas con discapacidad visual a desplazarse con independencia y seguridad en un entorno universalmente accesible y a usar el bastón blanco.
A pesar de que existen avances en torno a esta problemática aún hay muchos ejes fundamentales que mejorar. Lo cierto es que el bastón blanco hace su gran aporte hace décadas, pero hay un elemento fundamental: la conciencia social para facilitar el traslado y desplazamiento de quienes viven con esta discapacidad en pos de una sociedad más inclusiva.