María Antonia Josefa Juana de Habsburgo-Lorena cambió para siempre el curso de la historia. Su nombre austríaco perdió para siempre la libertad, desde el mismo instante en que la princesa nació. Su nombre afrancesado también perdió la libertad, y aún peor: le costó la vida.

María Antonia Josefa Juana de Habsburgo-Lorena fue María Antonieta, la Toinette, la rubia vienesa de hermosos ojos azules y manos delicadas, que atrevida, enamorada de sí misma, y elegante pero obstinada, aparece en María Antonieta. Una vida involuntariamente heroica, de 1932. Por eso Diez razones te acerca hoy a esta maravillosa obra de Stefan Zweig.

  • Autor de libros tan singulares como Novela de ajedrez, El mundo de ayer, Momentos estelares de la humanidad, Cuerdas de plata o Fouché, el genio tenebroso, la pasión de Stefan Zweig por contar historias lo llevó a transitar por distintos géneros, desde la poesía, la novela de ficción y la biografía, que prefirió por encima de los demás.
  • ¿Novela biografiada o biografía novelada? María Antonieta. Una vida involuntariamente heroica es, ante todo, un retrato novelesco totalmente diferente. A través de las palabras, Zweig pinta a la reina de Francia con las grietas en el vestido, las arrugas del cuello y los colores desvanecidos. Así mismo trabaja la biografía novelada sobre las personas: coloca el cincel en el lugar exacto, en el momento oportuno, y comienza a construir su personaje, con sus defectos y virtudes.
  • Es justo la visión humanista que tiene Zweig sobre la literatura, específicamente sobre la biografía novelada, lo que lo lleva a escribir sus más grandes obras. En María Antonieta. Una vida involuntariamente heroica, narra con vehemencia las horas vividas por la soberana francesa, que, casada con un vacilante Luis XVI, se comportó como lo haría cualquier joven precipitada por compromisos políticos al matrimonio, la maternidad y la conducción de un país: de manera irreverente y despreocupada. Allí encontrarás personajes inimaginables, como Goethe y Rossini, que aportaron, desde las artes, al deslumbre de la corte francesa.
  • Este texto no solo es un drama emocionante y humanizador: aunque no justifica la actitud de María Antonieta, Zweig resume que la soberana fue, en esencia, una mujer normal, común, muy semejante a los hombres y mujeres de su tiempo y de los de hoy. Desprovista de su heroicidad, se aparece ante el lector, de la mano de Zweig, con la única grandeza de haber vivido uno de los tiempos más gloriosos de toda la historia. Es así que el alto grado de ficcionalización biográfica hace que esta biografía novelada se convierta en expresión de la nueva biografía del siglo XX y precursora de las transformaciones del género en el siglo XXI.
  • El verdadero personaje principal, de más altos honores e importancia, no es ninguno de los que aparecen en el texto. Incluso, Zweig descarta la posibilidad de que sea una sola persona, dotada de grandilocuentes dones, capaz de cambiar el curso de los acontecimientos. La Historia (para él, siempre es Historia con mayúsculas), es el gran personaje de esta y otras biografías noveladas suyas. La Historia es, en sus propias palabras, “el gran demiurgo”. Es así que el macroacontecimiento de la Revolución Francesa de 1789, una hazaña protagonizada por el pueblo francés y en la que se insertan los personajes del texto, es el gran y verdadero Protagonista.
  • En María Antonieta. Una vida…, los personajes “anónimos” muchas veces propician los éxitos o errores de las grandes personalidades, y es función del biógrafo del siglo XX retratar a cada uno de ellos. Por ello el autor justifica que la Historia “en modo alguno necesita un carácter heroico como protagonista para edificar un drama emocionante”.
  • Resulta evidente la retórica (a veces, interpretada como machista) del autor. No son pocas las descripciones críticas, y hasta humorísticas, sobre la reina adolescente. Pero, en realidad, María Antonieta es solo un peón dentro del tablero que constituye la monarquía francesa. Fue la frivolidad, la corrupción y el derroche de los miembros de la política de Versalles lo que ocasionó el descontento del pueblo y, finalmente, la revolución.
  • El momento en que Zweig relata, hacia el final del extenso libro, cuando la cabeza de la reina es cortada por el verdugo y se desprende del tronco con los rizos rubios, es, sencillamente, incomparable. Y sin ánimos de adelantar el final, sí es válido decir que este pasaje, al igual que otros tantos, hacen que el lector se remita sin dificultad a la Francia del siglo XVIII. ¡Pareciera que estamos entre la multitud observando tan pasmosa escena!
  • La vida de María Antonieta, la corte del rey Luis XIV (El rey Sol), o la revolución… esos son temas recurrentes en las adaptaciones cinematográficas. Una no tan taquillera –la de Sofía Coppola en 2006- retrata con lujos de detalles la vida de la Toinette. Pero, seguramente, ninguna recreación es tan fidedigna ni magistral como la biografía novelada que propone Zweig.
  • Una novela-biografía, donde hasta los personajes más “irrelevantes” son tan o más importantes que los principales; donde el lector se extrapola sin dificultad al pasado; donde María Antonieta no es un personaje negativo ni positivo, sino que simplemente es descrita como una joven determinada por su tiempo; donde la Historia es el gran demiurgo… esa es la obra literaria que te propone Diez razones. Todas las páginas pasarán rápido ante tus ojos. ¡No pierdas la oportunidad de comenzar a leerla ahora!

Por: Gleidys Sorí Velázquez