Por: Xavier A. Carbonell
Cualquier lector sensato, si ha tratado de sumergirse en la narrativa de James Joyce, rápidamente nos dará 10 razones para NO leer Ulises. Sin embargo, decía José Lezama Lima que solo lo difícil es estimulante; así que, para los valientes, aquí van 10 razones que nos motiven a emprender esta espinosa odisea:
1. Es cierto: Ulises es un libro que tiene fama de insoportable, denso, ilegible y difícil. No puedo hacer trampas al lector, Ulises es culpable de todos esos cargos. Pero a quienes se zambullen en las lentas páginas de Joyce, esta novela les da la oportunidad de disfrutar un desafío inigualable en la historia narrativa universal.
2. Joyce destruye todos los modelos, todas las convenciones, todos los patrones. Ulises es la novela nueva, que desmonta la tradición cultural de Occidente, y sin embargo, es en ella donde mejor se aprecia, de manera total, la cultura europea.
3. Una amiga me preguntaba: ¿Ulises tiene algo que ver con la Odisea de Homero? Sí. Ulises está construido sobre referencias, a veces muy humorísticas, a la obra del poeta griego y de muchos otros escritores. Por ejemplo, hay un capítulo que relaciona a unas mujeres que parlotean sandeces con las famosas y fatales sirenas griegas.
4. No ganarían mucho sabiendo el argumento: el libro cuenta un día en la vida de dos personajes: el joven Stephen Dedalus (protagonista de otra obra de Joyce) y Leopold Bloom, un judío cuya mujer, Molly, le es infiel. Es la manera de contar esta historia la que hace inolvidables tanto a los personajes como a sus actos.
5. Ulises fue un escándalo editorial, sus copias circulaban a escondidas y huyendo de la aduana de varios países. Se cuestionó su moral, su crítica social y política, su escepticismo hacia la religión y las tradiciones.
6. Entre los muchos estilos que parodia Joyce están la épica griega, el drama shakesperiano y la prosa medieval. Nuevas formas de narrar aparecen en los 18 capítulos de esta novela, cuyo ejemplo más memorable es el flujo de conciencia o monólogo interior que la esposa de Bloom ensaya en el último episodio.
7. El lector más esnob podrá celebrar, todos los 16 de junio, el Bloomsday, o sea, el día en que los fans de Ulises repiten por todo Dublín la trayectoria de los personajes, y comen, como Leopold Bloom, riñón de cerdo en el desayuno.
8. (No estoy seguro de la validez de este argumento, pero asegura mi profesora de literatura que leer Ulises nos convertirá –según los críticos más respetados– en seres superiores y poseedores de una cultura descomunal. ¿Tendrá razón?)
9. Hay una razón personal por la que recomiendo Ulises: es una novela que toca las fibras íntimas de cada persona, que nos habla aunque no la comprendamos nunca del todo, y nos transforma con su reto. Como seres de isla, los cubanos entendemos el amor de Joyce a su Isla Verde, Irlanda, sabemos que los que viven circundados por el mar ven las cosas de modo distinto.
10. Podría dar bastantes razones para leer Ulises, aun sabiendo que es un libro difícil e irresistible, pero me detendré aquí. A James Joyce no le hubiera gustado que le pusiera las cosas fáciles a los lectores. Además, si les descubro todas las pistas de Ulises, ¿de qué serviría leerlo?