«Honrar, honra», decía el apóstol. Por eso el Centro de Estudios Electroenergéticos (CEE) de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas (UCLV) quiere honrar la memoria de dos compañeros imprescindibles en la historia de este centro y de la Facultad de Ingeniería Eléctrica de la UCLV, el Dr. C. José Antonio González-Cueto Cruz y el Dr. C. Leonardo Casas Fernández, ambos fallecidos en este 2021.

El compañero José Antonio González-Cueto Cruz se graduó de Ingeniero Electricista en 1964, primera graduación de la UCLV posterior a 1959. Siendo estudiante impartió clases a sus propios compañeros haciendo gala de su dedicación al estudio y sus dotes como educador.

El que escribe estas líneas no tuvo la dicha de tenerlo como profesor, pero si conoció por referencias de la excelencia de su labor docente. Ocupó diversas responsabilidades en la Facultad de Ingeniería Eléctrica, entre ellas: Jefe de Departamento de Electroenergética, director de escuela, Vicedecano Docente, y aún se recuerda su importante contribución en la primera inspección general del MES a la UCLV.

A mediados de los años 70 obtuvo el título de Máster en Ingeniería Eléctrica en una Maestría de excelencia, impartida por profesores canadienses de alto nivel. En 1988 se fundó el Centro de Estudios Electroenergéticos y Cueto fue su primer Director. En esa responsabilidad formó los grupos de trabajo científico y dirigió el desarrollo de los primeros proyectos de producción de software y de desarrollo de relés de protección.

En los años 90, cuando hizo falta, Cueto fue en bicicleta a la Universidad. Y fue capaz en esos años difíciles de desarrollar junto a un grupo de jóvenes el software Power System eXplorer (PSX) que se convirtió en el producto insignia del CEE por su gran impacto nacional. En el año 2000 defendió su tesis doctoral y unos años después tuvo que jubilarse por problemas de enfermedad. Sin embargo, su pasión por la investigación lo llevó a continuar trabajando desde su casa y formando jóvenes investigadores.

Fruto de ese trabajo son dos premios nacionales de innovación tecnológica obtenidos por el CEE en 2007 y 2016. La muerte lo alcanzó en plena faena, trabajando incesantemente en varios proyectos para el desarrollo del software PSX-plus con el Despacho Nacional de Carga de la UNE. Siendo un profesor de alto prestigio nacional, siempre fue accesible para cualquiera que necesitó su ayuda. Y hay que decir que siempre tuvo la respuesta correcta, tenía una inteligencia privilegiada.

El compañero Leonardo Casas Fernández, se graduó de Ingeniero Electricista en 1966. Desde ese momento se incorporó a la docencia, ocupando diversas responsabilidades. De su excelencia como profesor se puede decir que fue uno de los mejores profesores que hemos conocido.

Hombre culto, sus clases incluían anécdotas e historias de la profesión y de la vida. Eran clases muy amenas y motivadoras para los futuros ingenieros e investigadores. Siempre destacado en la investigación, defendió su tesis doctoral en 1989 y cuando se formó el Tribunal Nacional de Grado Científico de Ingeniería Eléctrica en 1994, Casas fue su primer Presidente, responsabilidad que desempeñó con mucho acierto y mesura hasta 2015, más de veinte años.

Fue nombrado Director del Centro de Estudios Electroenergéticos en 1992 y se mantuvo en esta responsabilidad hasta 2006. Fruto de su labor investigativa es el software Radial, muy empleado en todas las empresas eléctricas de Cuba y que dio al CEE su primer premio nacional de innovación tecnológica en el año 2000.

Fue un excelente director de centro que consolidó los grupos de investigación existentes y propició con éxito la formación doctoral de sus miembros. El primer diseño de la Maestría de Ingeniería Eléctrica se debe a Casas, quien fue su primer coordinador y logró su funcionamiento óptimo en la mejor etapa de este programa académico.

Por su destacada labor fue Vanguardia Nacional del sindicato y Premio Nacional de Vida y Obra de la UNAICC. Sus méritos como científico fueron reconocidos con la Orden Carlos J. Finlay. Aún después de su jubilación, siempre se sintió profesor de nuestra Universidad, a la que dedicó toda su vida.

Hoy recordamos a estos grandes profesores. Los que fuimos sus alumnos y compañeros de trabajo solo podremos honrarlos con nuestro trabajo, ojalá estemos a la altura.