La producción de materiales de partida en el cultivo del plátano, destinada a las diferentes biofábricas del país, no se ha detenido en el Instituto de Biotecnología de las Plantas (IBP), a pesar del avance en el territorio del nuevo coronavirus.

Un estimado de 75 mil plantas ha comercializado el centro durante el mes de abril, de ellas 27 mil para Villa Clara y el resto a Cienfuegos, Mayabeque y Granma, según explicó el Doctor Osvaldo Fernández Martínez, Director de la institución.

Aun cuando la demanda del Ministerio de la Agricultura (MINAG) supera las posibilidades del IBP, sí se mantiene el suministro de embriones de plátano en pos de equilibrar los ritmos de producción planificados para este 2020, agregó Fernández Martínez.

De manera escalonada y con todas las medidas de seguridad –habituales en un centro de este tipo- reforzadas por la presencia de la COVID-19, el IBP continúa con las investigaciones en el cultivo del plátano, embriogénesis somática en café, forestales y en el desarrollo de un proyecto con el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, referido precisamente a la biotecnología agrícola, precisó el directivo.

Consciente de la importancia de producir alimentos, más en las circunstancias actuales, el IBP se prepara, además, para adaptar entre 10 mil y 15 mil plantas de plátano macho FIAT 04 a campesinos de Fomento, en Sancti Spíritus, como parte de la línea de atención directa a productores, que incluye a específicos de Cabaiguán y a villaclareños de Encrucijada, Santo Domingo o Quemado de Güines.

Destacó Fernández Martínez la concreción de un encadenamiento productivo con el MINAG mediante el cual entregan unas 30 mil posturas de sábila cada mes, que luego son reproducidas en las fincas y finalmente se destinan a la exportación.

Justo antes de que se iniciara en el país el contagio del nuevo coronavirus, el IBP concluía la cosecha de la semilla nacional de papa en sus áreas, siete variedades que ya se calibraron y permanecen en frigorífico, añadió, y ahora las casas de tapado se repueblan con cultivos de ciclo corto -para contribuir con el autoabastecimiento de comunidades circundantes- como acelga, tomate, pepino, pimiento, frijol.

Ahora, en tiempos de pandemia, en el IBP nos hemos organizado todavía más y de manera eficiente, que es la única forma de trabajar por estos días, porque si hay algo que no puede detenerse es la agricultura, concluyó Fernández Martínez.

Por: Mairyn Arteaga Díaz