Por la dedicación y la pasión con la que ha ejercido la profesión de educador y jurista, a raíz de que hoy 8 de junio se celebra en Cuba el día del jurista, queremos compartir y reconocer -en representación de todos los juristas de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas y Villa Clara- a  Pascual Felipe Correa Álvarez.

Pascual, como todos lo conocen, profesor de Derecho Internacional Público y Privado, se caracteriza por su sinceridad, naturalidad y simpatía. Compartimos una pequeña entrevista que resume su carácter y amor a la profesión que ha ejercido durante cuarenta años.

¿Cómo fueron sus inicios como profesor en la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas?

«Fui de los muchos cubanos  que  estudiaron en la ex Unión Soviética donde me gradué en Derecho Internacional en el Instituto de Relaciones Internacionales de Moscú en el año  1981. Me ubicaron a cumplir el Servicio social en la UCLV, siempre  pensando  que al terminar me iría para la Habana  a trabajar  en algún Ministerio con  conexo internacional, pero el arique de guajiro fue más fuerte, nací el 17 de mayo, -se sonríe. Me gustó la Universidad y aquí estoy. Hice mi Doctorado  en Derecho en “dos países” del 89 al 92,  en la ex URSS y en Rusia, porque al estar allí la  URSS dejó de existir».

¿Qué tiempo lleva ejerciendo la profesión? ¿Qué significa para usted ser  jurista?

«Llevo  40 años ejerciendo como profesor de Derecho. Ser jurista significa para mí  estar del lado del bien, de  la razón y  de las causas justas y contrario a los absurdos».

¿Cuáles han sido los principales aciertos y desaciertos en el ejercicio de la profesión? ¿Cuál ha sido el momento más difícil? ¿Contratiempos? Puede comentar una anécdota relevante.

«Los aciertos han sido muchos realmente, haber participado en la formación de miles de juristas de la región central del país y un “poquito más allá” me enorgullece y recibir el cariño y admiración de mis ex estudiantes es lo que más me conmueve.

«Los momentos más difíciles han ocurrido impartiendo docencia en el extranjero donde hay que “impartir” lo que “haga falta” en ese momento, de cualquier materia de la Carrera de Derecho y aquí les puedo contar como anécdota, que  estando en Ecuador en el  2015-2016 tuve que impartir  entre una variedad de otras materias el Derecho Administrativo  del Ecuador.

«Era un gran reto para mí, era lo más difícil a lo que me iba a enfrentar. El segundo día de clases veo que hay sentados en el aula  otros estudiantes que no conocía. Les pregunto – ustedes han matriculado? Me responden, – “no profesor, no tenemos dinero para matricular esta otra materia”, queremos estar de oyentes, porque nos dijeron ayer que “usted imparte  muy buenas clases de Derecho Administrativo del Ecuador” -se sonríe, sin comentarios».

¿Cuáles, considera usted, son los principales retos de la enseñanza del Derecho en Cuba y especialmente en la UCLV? ¿Qué características debe tener el futuro jurista, teniendo en cuanta las transformaciones que vive Cuba hoy?

«La enseñanza del derecho enfrenta grandes retos no solo en la UCLV, sino a nivel nacional. Hay  que dejar a un lado la enseñanza positivista del Derecho que no la acabamos de desterrar totalmente. Hay que enseñar Derecho y no leyes, porque cuando cambian las leyes “que tenemos que cambiarlas  casi todas y  lo estamos haciendo”  pues entonces el jurista se queda un poco desarmado pues si no domina  los principios, los  fundamentos, la teoría y la doctrina jurídica. Y ese es uno de los aspectos  que debe caracterizar al jurista cubano en estos tiempos, debe ser innovador, creador, ágil, culto, multifacético,  conocedor de muchas ramas de las ciencias,  especialmente  de la economía de la informática, las ciencias ambientales, etc».

En 2019 recibió el Premio Provincial por la obra de la vida a la Ética, probidad y profesionalidad “Alejandro García Caturla” que otorga  la Unión de Juristas de Villa Clara  ¿Se sorprendió usted al recibir este premio? ¿qué representa para Pascual este elogio?

«Bueno, realmente me sorprendí, considero  que no he hecho nada excepcional como decimos  los cubanos “nada del otro mundo”, siempre he actuado de la manera más natural y ética posible. Considero  que este  elogio  representa un mayor compromiso en mi actuación como profesional».

Si tuviera la posibilidad de modificar algún aspecto o momento de la docencia o de su profesión actual, si tuviera Pascual que mirarse a sí mismo ¿cómo se ve? ¿Qué aspectos o momentos  cambiaría?

«Siempre me he sentido muy satisfecho con  la calidad  y aprovechamiento de mis estudiantes  y he disfrutado mucho las clases, estar en el aula es lo que más me satisface.

«En cuanto a mi profesión me hubiera gustado en algún momento haber ejercido la carrera que estudié, pero estoy muy satisfecho de haber sido hasta el momento  profesor universitario de varias asignaturas, fundamentalmente de Derecho Internacional, pero bueno, todavía tengo un mundo por delante, sólo tengo  65 -nuevamente un momento de risas ».

Según nos comentan además de saber ruso, inglés y francés; es conocedor del lenguaje universal, la poesía rimada. ¿Pudiera dedicarle unos versos a los juristas en su día?

«Bueno, los idiomas me fascinan, siempre los estoy practicando, los estudié en mi carrera, pero he perdido mucho del francés por falta de práctica. En cuanto a la rima lo hago esporádicamente en momentos como este y aquí va mi felicitación hacia los juristas:

Oh!! Mis queridos juristas,

Son ustedes la razón, la culpa,

La obligación, la luz y la claridad.

La justeza y la equidad,

Nunca les debe faltar,

Y por eso en este día,

Toda nuestra Universidad

Los quiere Felicitar!!!!

«Que constituya esta sencilla entrevista una forma de reconocer el trabajo del profe Pascual y de todos aquellos juristas que han entregado su vida a su profesión y al magisterio».

Por Lienny García Pedrasa