¿Cómo se comportará la vida universitaria una vez reiniciado el curso académico? Muchos concordarán de que no será muy diferente de lo habitual. Las sonrisas iluminarán cada rostro, aunque puede que estos estén cubiertos por nasobucos en algún que otro momento. De seguro, tampoco faltarán los abrazos en esa anhelada jornada del reencuentro, a pesar del necesario distanciamiento físico.

Cuando el próximo 1ro de septiembre retornemos a las aulas para llenar el vacío que hoy respira cada rincón de la UCLV, habrán transcurrido cinco meses desde aquel fatídico 24 de marzo, el día del hasta luego que se tornó bastante largo. Ahora que ya están definidas las fechas del regreso, vale la pena reflexionar sobre que nos espera en el futuro, que cambiará y que no en la rutina diaria de la comunidad estudiantil.

Amanece Marta

Ansiosos por la llegada de la hora cero, los bisoños hijos de Marta Abreu colmarán de júbilo y amor cada momento de esta nueva etapa. Fue un periodo extenso en el que se vivió a base de recuerdos y fotos, de lamentaciones por el tiempo perdido y que el virus arrebató.

Por eso puede que estén entre los planes de un mañana ya no tan lejano, las habituales salidas por la añorada ciudad de Santa Clara, las tertulias u ocasionales encuentros en cafeterías, bares, teatros o centros nocturnos.

Pero estos también serán tiempos de multiplicar el compañerismo, la sensibilidad y la solidaridad. Estaremos en condiciones diferentes, y a ellas corresponde adaptarnos, siempre con ánimo de apoyar y cooperar, para entre todos salir airosos de los desafíos impuestos en la actual situación y de los cuales la Educación Superior no escapa.

Los venideros meses serán muy agitados, pues un semestre interrumpido espera por su satisfactoria culminación, esta vez en menor tiempo y con el mismo rigor que siempre nos ha exigido. No obstante, ya se publicaron por las vías institucionales los ajustes al plan de estudio en cada carrera, los cuales favorecerán el cumplimiento de requisitos esenciales a vencer, siempre en favor del esfuerzo individual de cada educando.

No pocas preocupaciones surgieron entre aquellos que hoy cursan años terminales, aliviadas ya por la plena confianza depositada en las autoridades de esta casa de altos estudios. Conscientes de que restan varios días de ajetreo en función de los ejercicios de diploma, los futuros egresados saben que, a pesar de la pandemia, la meta está cada vez más cerca.

Nuestro país vive hoy la etapa de recuperación pos Covid-19 y aunque ya avanzamos por las fases previstas, no es un secreto que las medidas higiénico-sanitarias llegaron para quedarse. En tal sentido, desde las residencias estudiantiles se buscan soluciones con vistas a evitar el hacinamiento, como la remodelación del edificio U10, que habilitará nuevas capacidades de hospedaje, y además la garantía de contar con un servicio constante de agua.

El llamado es entonces a la responsabilidad individual y colectiva de mantener la limpieza en cada espacio de convivencia, como una práctica arraigada en la denominada “nueva normalidad”.

El futuro cercano, pronto tocará nuestras puertas. Primará la alegría, pero también el trabajo, la disciplina y la comprensión. Y con septiembre, miles de pasos firmes, dejarán una vez más su huella en el campus universitario. Recobrará vida una ciudad desierta en mucho tiempo y cuyos habitantes, con nuevas historias, continuarán por el único rumbo posible en esta Isla: el de la victoria, el del porvenir.

Por Christian Serafín Jiménez

Fotos DirCom UCLV