Ver en nuestros medios de comunicación noticias relacionadas con la atención educacional a personas ciegas o con discapacidades visuales resulta cotidiano, pues la inclusión educativa en Cuba constituye de los principios más humanos y sensibles en la formación de nuestros niños, adolescentes y jóvenes.

La máxima de la inclusión educativa rige en todos los niveles de enseñanza en la isla, ya de por sí el sistema de educación en Cuba es inclusivo. También las universidades del país tienen en su rol de formación profesional este precepto incorporado logrando una armonía entre las exigencias docentes y académicas y las Necesidades Educativas (NEE) de personas ciegas o con cualquier otro tipo de discapacidad.

Según la Dr. C. Juana Elena Fragoso Ávila, Vicerrectora de Formación del Profesional en UCLV, en la Universidad se desarrollan diferentes actividades para el logro de la inclusión educativa, las cuales van desde acciones de superación dentro y fuera del centro hasta orientaciones concretas en la adecuación de estrategias educativas entre otras.

En este sentido la Facultad de Educación Infantil (FEI), en específico el Departamento de Educación Especial, cuenta con un proyecto que trabaja en la capacitación de profesores que atienden a personas con NEE. La Dr. C. Tania Hernández Nodarse, vicedecana de la FEI, señala que se realizan como parte del proyecto acciones en centros de la enseñanza general y especial.

Hernández Nodarse, experta en temas de Educación Especial, explica que la inclusión educativa conlleva una educación de calidad, la cual consiste en dotar a las personas con NEE de los recursos y apoyos necesarios para acceder al conocimiento y a la formación integral.

“Es imposible pensar en una educación de calidad para personas ciegas si no se habla de la técnica Abaco en el área de las Matemáticas o del sistema de lecto-escritura Braille y otros métodos y técnicas empleados para que esa persona aprenda los contenidos, pero con una atención diferenciada” – asegura Tania.

La profesora de la Facultad de Educación Infantil insiste en que la inclusión educativa implica a la escuela, la familia y otros factores sociales que influyen en una formación mucho más integral de la persona con NEE.

“Un principio clave de la inclusión educativa, es aprehender a incluir. Es decir, lograr la inclusión social de la persona discapacitada, que la comunidad aprenda a convivir con las personas con NEE conociendo, respetando y comprendiendo sus diferencias. Por ejemplo, cuando usted tiene un niño ciego en un grupo de clases de la enseñanza general, ese niño se relaciona con los demás y aprende a convivir en colectividad, su desarrollo integral se agiliza y el resto de los niños participan en una vida social de respeto a las diferencias” – asevera Tania Hernández.

Cuba no es pionera en la inclusión educativa, sin embargo, la Dr. C. Tania Hernández Nodarse sostiene, que la diferencia entre lo que pasa en el mundo y en el país, radica en que internacionalmente personas con NEE se incluyen en salones de clases regulares y los maestros no tienen las capacidades y habilidades para ofrecerles los conocimientos. En Cuba, están creadas las condiciones para que todo maestro pueda ofrecer atención diferenciadas a estudiantes con NEE. Además, todos los niveles educacionales están diseñados con los ajustes necesarios para asegurar el aprendizaje de una persona con discapacidad.

El Dr. C. Raúl González Peña, profesor Titular del Departamento de Educación Especial de la UCLV, es una persona ciega que hoy se realiza profesionalmente de forma plena

Al respecto la Vicerrectora de Formación del Profesional de UCLV abunda que en la estrategia educativa de carrera y de cada año se organizan acciones para la atención a estudiantes con NEE, y los Profesores Principales de Año valoran en la Junta de Año el comportamiento de la estrategia de atención diferenciada a las personas con discapacidad.

“La UCLV ha tenido personas ciegas que se han graduado y hoy soy profesionales. En la actualidad se cuenta con varios estudiantes con dificultades visuales (entre ellos ciegos). A estos jóvenes más allá de la estrategia educativa y cualquier ajuste curricular que se pueda realizar, se les brinda posibilidades con equipamientos y medios para su formación profesional, así como una cuota de humanismo y sensibilidad por parte del claustro” – acotó Fragoso Ávila.

Por su parte, el Dr. C. Reynaldo Velázquez Zaldívar, Director General de Pregrado del Ministerio de Educación Superior, plantea que las universidades cubanas son inclusivas. Por tanto, no hay límites en lo que se puede hacer para que personas con NEE se sientan plenos desde lo afectivo y desde el aseguramiento material.

“Se ha garantizado computadoras portátiles y otros equipamientos, siempre dentro de las limitaciones pues en esta área afectan mucho las restricciones del bloqueo. Incluso en universidades como la de Holguín se ha alojado en la beca a la madre de una estudiante ciega para que permanezca con ella” – corrobora Velázquez Zaldívar.

Las regulaciones del Ministerio de Educación Superior norman mecanismos y procedimientos en el ingreso a la universidad, así como dentro del proceso de formación profesional que favorecen el mejor desenvolvimiento de los estudiantes con NEE.

Pero más allá de cualquier disposición, resulta mucho más valioso la sensibilidad, el humanismo y el respeto que nuestro claustro y la comunidad universitaria brinda a personas ciegas o con discapacidades visuales.

Convivir bajo el respeto a las diferencias, aprender de sus NEE, conocer y comprender sus capacidades especiales, son parte de la fórmula de amor que nos deja la inclusión educativa en Cuba.