En la tarde de ayer, en el lobby de la Facultad de Ingeniería Eléctrica se realizó un mitin de respaldo a la decisión tomada por el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) con respecto a la culminación del programa Más Médicos para Brasil.

Debido a las desacertadas manifestaciones e inaceptables condiciones que el Presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro pretendía imponer a los profesionales de nuestro país una vez asumiera el poder el 1 de enero y en contra del convenio firmado por la Organización Panamericana de la Salud y Cuba, se prevé que en Brasil cerca de 44 millones de brasileños de bajos ingresos quedarán sin atención médica a partir del 2019, por lo que se avecina una catástrofe sanitaria.

Al respecto expresó el Ministro de Salud “hemos tomado una decisión dolorosa, pero necesaria, en defensa de la dignidad profesional y humana de nuestros colaboradores y de su seguridad”.

En ese país más de 20 mil profesionales de la salud cubana brindaron atención a millones de brasileños en zonas pobres y apartadas geográficamente, donde no quieren ir los médicos brasileños ni de otros países, asumiendo los peligros por su vocación de salvar vidas, por eso están en los lugares de más riesgo, en las comunidades de pobreza extrema, en favelas y barrios violentos donde incluso la policía no puede entrar.

También afirmó “y si cupiera alguna duda de la calidad de nuestros médicos, ahí están los indicadores de salud de nuestro país, que compiten con los de naciones del primer mundo, para despejar cualquier interrogante”.

Nuestro país está orgulloso y satisfecho por las miles de vidas salvadas por nuestros médicos en estos 55 años de colaboración con otros pueblos, tiempo durante el cual más 600 mil cubanos han prestado servicios en más de 160 países, donde no solamente sanan el cuerpo si no también el alma, por eso no es aceptable que se cuestione la dignidad, la profesionalidad y el altruismo de los colaboradores cubanos.

Por: Elizabeth Garnica Laurel