A nuestro Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez le ha correspondido dar continuidad al liderazgo histórico de la Revolución, personificado en Fidel y Raúl, en tiempos muy difíciles.

El imperialismo financia elementos neoanexionistas, recrudece el bloqueo, desata una sucia guerra de desinformación con tecnologías avanzadas y aprovecha las dificultades por la COVID-19, de desabastecimiento y otras para crear una supuesta “tormenta perfecta” que liquide la Revolución. Parte  de esa estrategia es tratar de desprestigiar al Partido, al Gobierno y a nuestro Presidente. No lo lograrán, se equivocan una vez más.

La gran mayoría de nuestro pueblo tiene una valoración favorable de la gestión de nuestro Presidente, es consciente de que está en juego la Revolución, reconoce la complejidad de la situación, y tiene confianza en la victoria, aunque padece las penurias del momento y sabe que también tenemos deficiencias que superar.

En Cuba la adulación y el culto a la personalidad no forman parte de nuestra cultura. Pero la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas (UCLV) es la universidad del CHE y también la de Díaz-Canel, y tiene el derecho legítimo a brindarle con el corazón todo nuestro apoyo, a expresarle nuestro respeto, reconocimiento y cariño.

Decían nuestros ancestros que “lo que Natura no da, Salamanca no otorga”. “Natura”, familia, escuela y sociedad villaclareña en su conjunto fueron “generosos” con Díaz-Canel y le  entregaron a la universidad un joven bien preparado, estudioso, culto y educado.

La UCLV más que “otorgar”, lo formó como un buen ingeniero y desarrolló los valores que más potencian nuestro proyecto socialista: el patriotismo, la dignidad, la laboriosidad, el espíritu de sacrificio, el humanismo, entre otros. Juntos definieron un proyecto de vida: ser profesor de electrónica e investigador en procesamiento digital de señales.

Pero la Revolución le dio otras tareas y junto a varios compañeros de su grupo, se incorporó durante 4 años a las fuerzas armadas. En el VIII Congreso del PCC Raúl expresó como ello contribuyó a su formación.

Díaz-Canel regresó a su UCLV con un carnet rojo en el corazón y retomó su ansiado proyecto de vida. Pero su activismo político lo llevó a secretario general de la UJC en la universidad y a ser promovido al nivel nacional.

Su trabajo como secretario del PCC en Villa Clara en los años más difíciles del período especial dejó huellas profundas en la UCLV. Se destaca su implicación en la apuesta de Fidel  para el desarrollo en biotecnología vegetal, bioactivos químicos, computación, y en su querida electrónica y tecnología de la información, los cuales junto a otros centros formaron parte del núcleo duro del naciente polo científico de Villa Clara. Su decisión de llevar el tren a la UCLV fue un gran alivio en el momento más difícil. La maestría en dirección que cursó con todo su equipo de Gobierno y Partido durante dos años tuvo un alto impacto en la preparación de cuadros.

Después de un período como secretario del PCC en Holguín, regresa a nosotros como Ministro de Educación Superior (MES) y despliega una planificación estratégica, haciendo énfasis en el impacto de los procesos universitarios integrados sobre el desarrollo económico y social a nivel nacional, sectorial y local, en base a los acuerdos del VI Congreso del PCC.

No nos hicimos ilusiones, sabíamos que Fidel y Raúl tenían planes mayores con él, y pronto pasó al gobierno central, manteniendo la atención a la educación superior, el sector científico, la cultura y otros campos.

Ya como Presidente y recientemente también como Primer Secretario del PCC, lo hemos visto implicarse en la construcción de un sistema de gestión de gobierno basado en la ciencia y la innovación, enfrentar la pandemia de la COVID-19 apoyándose en el conocimiento y el potencial científico creados por la Revolución, proyectar un programa de seguridad alimentaria y nutricional, y definir e implementar  la comunicación social, la informatización y la innovación como pilares de la gestión de gobierno.

En su doctorado defendido en la UCLV hay elementos ampliamente publicados sobre todo lo anterior, con antecedentes exitosos de su gestión en Villa Clara, en la UCLV y en el MES, que no podemos dejar de disfrutar. Su discurso en el 60 aniversario de la UNEAC es una joya cultural y política.

Los últimos días han sido cruciales. Lo vimos el domingo 11 de julio enfrentando los disturbios en la calle con el pueblo en San Antonio de los Baños, como Fidel en Centro Habana el agosto de 1994, y disfrutamos su discurso junto a Raúl el sábado 17 en la manifestación de apoyo del pueblo de la capital en el malecón y a la vista de la embajada de los EEUU.

Hoy es hora de luchar, de poner por delante de todo la defensa de la Revolución,  de fortalecer la  unidad del pueblo, incluyendo a todo el que no sea un enemigo de nuestro proyecto social refrendado en la Constitución, y de potenciar nuestra capacidad de resistencia ante las adversidades, con seguridad y confianza en la victoria. En ello la UCLV, su claustro, sus trabajadores y sus estudiantes están y estarán en la primera línea de combate al lado de nuestro Presidente.

Por Dr. C. José Luis García Cuevas, Profesor Emérito y Doctor Honoris Cuasa de la UCLV