Por: Anniel Hernández Villa

Quizás Irma pensó que entrar a la Universidad era tarea fácil. Pero para eso debió enfrentarse al más riguroso de los exámenes. Evaluado por el tribunal más severo que pudo conocer. Ese, integrado por la capacidad de todo un pueblo de hacerle frente y recuperarse en el menor tiempo posible.

Irma estuvo en algunas de nuestras facultades. Recorrió el Campus Universitario. Se bañó en el río. Intentó adquirir conocimientos de Arquitectura, Ingeniería Civil, Matemática, Física y Computación.

Pero Irma fue indisciplinada. Tumbó de manera parcial y total árboles de interés botánico y paisajístico. Afectó la jardinería y áreas aledañas a la Universidad, ocasionó daños a especies únicas y escasas en el Jardín Botánico y en el Campus Universitario.

También dañó algunos inmuebles, muros y cubiertas. Provocó afectaciones eléctricas y de comunicaciones porque su usuario no era compatible con la UCLV.

Al ver que no tenía conexión comenzó a llorar. Sus lágrimas tupieron tragantes y desagües. De tanto enojo sin razón, dañó los vitrales de las facultades de Construcciones y Matemática- Física- Computación por la acción de sus resoplos.

Empero, por desgracia para ella, su estancia en nuestras Facultades fue tan breve que será olvidada rápidamente. Los estudiantes de la UCLV de la mano de sus profesores borrarán la sucia huella dejada a su paso.

Y es que ante su inminente presencia la Universidad activó su sistema de defensa en correspondencia con lo planteado en el Lineamiento 163 de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución: Continuar fomentando la defensa de la identidad, la conservación del patrimonio cultural, la creación artística y literaria y la capacidad para apreciar el arte.

Mucho dependió de las medidas para la protección del patrimonio cultural en la Universidad para enfrentar un huracán de gran intensidad que fueran previstas en el Inventario de protección del Patrimonio Cultural Universitario presentado en el Ejercicio “Meteoro 2017”.

Irma se marchó. Pensó que lo había logrado. Pero no. En nuestra Universidad no se graduó. Los que sí se graduarán con la satisfacción de haber recuperado su casa de altos estudios, son sus verdaderos estudiantes que junto a los profesores trabajan en la limpieza de las áreas verdes o jardines de la UCLV.

Además, reponen especies botánicas afectadas, con una reforestación debidamente planificada. Restauran elementos de alto valor en las edificaciones como son los vitrales, lucetas, ventanales, muros y cubiertas.

Ya han habilitado muchas de las redes sanitarias, hidráulicas, de comunicación y eléctricas en todas las edificaciones y áreas de la Universidad. Asimismo, se pretende terminar con pintura exterior todos los inmuebles.

Entonces, dentro de poco, en la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas no se hablará de Irma. De lo que se hablará es de cómo los hijos de “Marta Abreu” limpiaron el polvo de su rostro para dejarla más brillante que nunca.