Algunos se sorprendieron porque no sabían sus aptitudes. Otros esperaban que en cualquier momento recibiera un premio. Michel González Basnueva es estudiante de Sociología en la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas. Pertenece al Taller Literario de la UNEAC presidido por Mildre Hernández y ha ganado el Premio Loynaz 2018 con la novela para niños y jóvenes, Por las nubes.

Para Michel ser estudiante universitario y en especial de la UCLV significa un reconocimiento más. Nos dice que se ve materializado el camino que pretende seguir para la consolidación de su desarrollo espiritual, científico y profesional:

 “Ser un estudiante de la UCLV me regocija, ya que no veo solo la institución como un centro de altos estudios, en ella he encontrado una parte que me atrevería a llamar Familia”.

En tu devenir como estudiante, ¿has tenido desaciertos y contratiempos?

No me considero un estudiante con desaciertos, tengo una rara afición por la organización, la responsabilidad y el compromiso… eso me ha servido para lograr desenvolverme de una manera cómoda en mi formación académica. Aunque fue difícil el comienzo, siempre nos asusta el cambio y me siento a gusto con lo que conozco; por lo que al entrar por primera vez en la universidad tenía miedo de cómo sería el tránsito. Si en este entonces, el que soy, pudiera conversar con el Michel de hace tres años, me atrevería a asegurar que no hubiese temblado cuando la universidad me acurrucó entre sus brazos.

Pero… ¿Por qué la Sociología, si te gusta tanto escribir?

Según cuenta su madre, desde muy pequeño le apasionó la literatura. No había forma de dormirlo si no era con un cuento que ella misma inventaba pues era imposible sostenerlo en brazos y leer al mismo tiempo. Y nos cuenta…  

Tanto es así, que cuando comencé a crecer no había manera de separarme de los libros, aunque los títulos o temas no me correspondiera por edad, y eso, maduró de cierta manera mi creatividad. Hoy en día, la literatura forma parte de mí, y no solo porque soy escritor y necesito decir lo que me nace constantemente dentro, sino porque me hace sentir útil y, sobre todo, me hace humano. Decidí estudiar Sociología porque si bien me forma como un profesional con una vasta cultura, siento que es la disciplina que me puede brindar las herramientas necesarias para transformar la realidad. Algunas personas, después de conocer a lo que me dedico, me han dicho: ¿Por qué Sociología, no era mejor estudiar Filología? La Filología me hubiera hecho un excelente editor y, no quiero menospreciar a los filólogos que conozco que son además escritores y a los cuales respeto; sino que me aterra el dogmatismo que enseñan las disciplinas cercanas al proceso creativo. La Sociología, por su parte, me ha enseñado a no solo ver ese mundo que debo comprender si quiero contar algo, sino que me ha brindado lo necesario para entenderme siendo parte de ese mundo. 

Esas no son las únicas pasiones de Michel, pero es a la que le dedica la mayor disciplina. También comparte con sus amigos, aunque ellos más bien tienen que aceptar ese Michel ausente que le gusta la soledad que crea a su alrededor y disfruta del buen cine y los interminables libros.

¿Por qué escribir a los niños?

Les escribo a los niños porque los que me conocen a fondo aseguran que ese niño que un día fui sigue latente en un lugarcito del cual juega a las escondidas con la madurez. Tal vez, le escriba a ese niño que no quiero que desaparezca. Pero ante todo y, para no pecar de egoísta, pienso que escribirles a los niños, aunque sea una tarea sumamente difícil pues ellos gozan de la imaginación de mil escritores, nos acercan a esas semillas que son los pequeños para el mundo y que debemos regar, cuidar y dejar que se estiren para poder recoger las verdaderas sonrisas. 

¿Se sorprende Michel al recibir este premio?

Cuando me dijeron que había ganado el Loynaz 2018 no podía creerlo. Fue el empujón que necesitaba para creerme que era ya un escritor y, aunque le debo a mis amigos el apoyo desde el principio, fue el reconocimiento de la Editorial Loynaz por mi obra y el querer publicarla bajo su sello editorial lo que me hizo sentirme oficialmente valorado por las letras cubanas.

A Michel le queda por mucho por hacer, pero ¿cómo se ve Michel en unos años? ¿Cómo Sociólogo o como escritor? Si tuviera que pensar en su futuro ¿Cómo sería?

Entre las cosas que me gustan está la proyección a futuro. He pensado mucho sobre el mismo y, aunque parece difícil pues el tiempo en ocasiones es escaso no creo que sea imposible, por lo que veo a un Michel haciendo Sociología y escribiendo en sus ratos libres. Tal vez, entonces, novelas para adultos con una visón un poco más consolidada y social.

¿A quién tendría que agradecer Michel?

Muchos dicen que el arte no debe agradecimientos, porque agradecer el proceso creativo es egoísta. No comparto esa idea porque cada pedacito de las historias que he escrito le deben su pincelada a las personas que me rodean

Si tuviera que decir nombres, agradezco a mis padres por haber cuidado de esa semilla que ni imaginaban que sería escritor. A mi hermano, por ser mi antítesis y, a la vez, el ser más original que conozco. A mis otros hermanos Anayris Vega y Ernesto Paredes por aguantarme y crear lazos que no entienden de sangre. A Ginley Duran Castellón, por haber llegado con la luz al camino de mis ciencias y alcanzar, honoríficamente, el título de Padre. Agradezco a Mildre Hernández, autora y mentora, de este joven escritor. A Leidy González Amador, por ser mi “editora personal” y sacar de mis hojas las sucias pasiones de mi ignorancia. A Lázaro Julio Leyva, Jefe del Departamento de Sociología, por entender, apoyar, alentar el “loco” espíritu de la creatividad científica y artística. Y a todos aquellos profesores y amigos en los cuales confío. 

 

Por Lienny García Pedraza, profesora del Departamento de Sociología en UCLV