El pito de la ambulancia lo anuncia a los cuatro vientos, «vienen a buscar un positivo», dice algún valiente innombrable camuflado bajo su andamiaje de entereza y sigue el camino, sin perturbaciones, como quien se ha fraguado durante poco más de un año para campear a sus anchas en la cotidianidad de un Hospital de Campaña.

Otro hombre camina pausado, dueño de un temple solo como el de él para tomar decisiones instantáneas y armonizar todos los procesos del hospital de campaña como una orquesta sinfónica, «no pueden tocar nada, dame un chance y ahora los atiendo», y vuela escalera arriba a destrabar un problema.

Coordinación de múltiples factores para el funcionamiento del Hospital de Camapaña en la Sede Félix Varela. Foto: Malú Vilasa.

El Dr. C. Luis Antonio Barranco Olivera, Vicerrector Primero de la UCLV, se ha despojado de todos sus grados y cargos para hospital adentro convertirse en Tony y responder a las dinámicas y exigencias de un sitio que todos los días obliga a exprimirse un poco más.

«Este hospital de campaña surgió en abril de 2020 cuando inició la pandemia en la provincia de Villa Clara, transitó de esta forma durante el primer y segundo rebrote y hace un mes aproximadamente se volvió a constituir como hospital de campaña con un enfoque de cobertura provincial.

Dr. C. Luis Antonio Barranco Olivera, Vicerrector Primero de UCLV. Foto: Malú Vilasa.

«Los elementos fundamentales de un hospital, fuera del lugar que normalmente estamos acostumbrados a asistir, es la integralidad que deben tener los procesos y el enfoque sistémico, aquí un paciente puede estar insatisfecho lo mismo por no tener agua, que por no tener la cobertura médica adecuada, que por no tener la alimentación adecuada, que por no tener la limpieza en las habitaciones; por lo tanto aquí no hay nadie más importante que otro y desde el punto de vista del proceso es un organismo como un todo, todo tiene que funcionar bien para que haya realmente un confort y una cierta aproximación a la excelencia en los servicios que prestamos».

Trabajdores de la Sede Félix Varela garantizan los servicios de alimentación en el Hospital de Campaña. Foto: Malú Vilasa.

«Sobre ese objetivo inciden muchas personas sencillas, que están dando lo mejor de sí, aquí hay héroes anónimos como los dos turbineros de la sede, que tienen que estar desde la cinco de la mañana pasando por todos los edificios abriendo y cerrando llaves para que haya agua a partir de las seis, todo el personal de alimentación que se levanta a las 4:00 am para poder brindar el servicio a las siete de la mañana y termina pasadas las ocho de la noche , muchas veces a las once de la noche se han tenido que ir a buscar a sus casas para hacer una merienda porque la cantidad de imprevistos planificados sobrepasó la cifra y hay personas que no han almorzado y no han cenado».

«Todos los compañeros de la residencia de posgrado prestan un servicio esmerado a los valientes que están acá de forma voluntaria, esos muchachos no tienen hora, no hay labor a la que se nieguen, muchos con ampollas en los pies están dándolo todo por la limpieza de las habitaciones y la recogida de desechos.

«En las encuestas de satisfacción nunca nos han llamado la atención por ninguno de los tres procesos fundamentales que corresponde garantizar a la universidad: la limpieza, la recogida de desechos sólidos y los sistemas de alimentación».

Lic. Gustavo Manuel Hernández Arteaga, profesor de Derecho en la UCLV. Foto: Malú Vilasa.

Por su parte, para el profesor de Derecho Gustavo Manuel Hernández Arteaga, quien ha repetido al frente del grupo de Valientes que laboró recientemente en  el Hospital de Campaña de la Sede Varela, «la experiencia ha sido increíblemente desafiante, sobre todo por la forma en la cual hemos tenido que desenvolvernos tanto los estudiantes como profesores, en mi caso me corresponde articular y coordinar las diferentes competencias y funciones del personal de apoyo, la universidad en este caso también se ha pintado de médico y de personal de servicio, aquí nos ponemos la toga como nos ponemos el traje de campaña».

«La universidad ha podido enfrentar con ese potencial y talento una situación tan retadora, esta es la institución más grande que tiene la provincia para hacerle frente a la pandemia, nos hemos sometido a muchas pruebas desde el punto de vista ético y profesional, la formación universitaria nos lo ha permitido.

«Viene una etapa de mayor compromiso, la envergadura nos alerta que tanto el personal de apoyo como la ciudadanía deben avocarse a una acción más fuerte en el enfrentamiento a la pandemia».

El pito de la ambulancia lo anuncia a los cuatro vientos, «vienen a buscar un positivo», dice algún valiente innombrable camuflado bajo su andamiaje de entereza y sigue el camino, sin perturbaciones…

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Fotos:

Los voluntarios que laboran en la Zona Roja garantizan la limpieza, la recogida de desechos y el traslado de los alimentos. Foto: Malú Vilasa.

Rostros de los trabajadores de la Sede Félix Varela. Foto: Malú Vilasa.

Área de espera habilitada en el Hospital de Campaña.
Foto: Malú Vilasa.

Grupo electrógeno para la protección de los servicios vitales.
Foto: Malú Vilasa.

Rostros de los trabajadores de la Sede Félix Varela. Foto: Malú Vilasa.

Por Javiel Fernádez Pérez y Giovany Peñate Cruz