Con la irrupción de un tanque de guerra en medio del escenario los estudiantes de la Facultad de Construcciones sumaron a la comunidad universitaria a un grito unánime contra la guerra, en otra noche de gala de los Festivales de Artistas Aficionados de la FEU en la UCLV.

De las 18 unidades artísticas presentadas, clasificaron 13: cuatro números en danza, seis en música y los tres locutores. Asimismo, obtuvieron la máxima puntuación por la escenografía y el opening-closing; aunque el jurado criticó la dinámica en algunos momentos del espectáculo.

Reidel Muñoz Pacheco reconoció la actuación de los locutores en la apertura y el cierre de la gala y su incorporación inmediata a los micrófonos, lo cual rompe la rutina de los festivales anteriores. Asimismo, felicitó a los estudiantes por el uso de los recursos escenográficos, con íconos relacionados directa o indirectamente con la guerra.

Sin embargo, tanto Muñoz Pacheco como José A. Poveda sugirieron la inclusión de regiones históricamente golpeadas por la guerra y silenciadas por la tradición eurocentrista, como América Latina, África y el Medio Oriente; porque “tenemos que ser voceros de los de acá”.

El modelaje satisfizo las expectativas de Gabriela Pérez López. Aunque las actuaciones no alcanzaron la perfección, fluyeron de acuerdo a los planes y los artistas supieron resolver las dificultades sobre el escenario.

Luego del espectáculo, Alejandro Rodríguez Reyes se manifestó eufórico, pues “a pesar de lo cambios, el público disfrutó la presentación, y eso es lo más importante. Los problemas no fueron más que peldaños en la búsqueda del éxito”.

Si bien la temática bélica entraña oscuridad y sufrimiento, los artistas de la Facultad de Construcciones intentaron revertir el daño en retoños coloridos y por momentos graciosos, para convertir el ¡No! en La última voz.

Por: Thalía Martín Gutiérrez, Omar Ernesto Cárdenas Rodríguez y Mónica Sardiña Molina.

Fotos: Malú Vilasa

Contenido relacionado:

Que no sea la última