Nelson Rolihlahla Mandela, nació el 18 de Julio de 1918. Fue abogado, activista político contra el apartheid y el primer presidente negro de Sudáfrica. Sin lugar a dudas,  fue uno de los grandes emblemas de su época en la defensa de los derechos de los negros en contra del apartheid y símbolo de una contundente rotura de la barrera ideológica y étnica de larga data que se concretó gracias a su prédica pacifista.

¿Por qué se celebra el Día de Nelson Mandela?

El objetivo que se persigue al celebrar está fecha, es el de demostrar que cada persona puede ser el detonante un gran cambio dentro de sus comunidades, tan solo al realizar acciones sencillas, como enseñar artes o deportes a los niños, crear un albergue para los necesitados o crear un centro de acopio de medicinas, para ayudar a los enfermos de bajos recursos.

Sus inagotables batallas le valieron la cárcel y el título de “Padre de la Nación” sudafricana. «A lo largo de mi vida me he dedicado a esta lucha por el pueblo africano. He peleado contra la dominación blanca y he luchado contra la dominación negra. He atesorado el ideal de una sociedad libre y democrática donde todas las personas vivan juntas en armonía y con igualdad de oportunidades. Esto es un ideal que espero vivir y alcanzar. Pero si se necesita, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir», repitió con convicción.

En 1948 llegaron al gobierno de Sudáfrica un grupo de nacionalistas radicales que trajeron tras de sí un régimen de segregación racial en la que se impuso la supremacía del hombre blanco. Mandela, lejos de sucumbir al absolutismo racista del gobierno, organizó una rebelión de desobediencia civil no violenta desde el seno del CNA. Tras 10 años de lucha incesable contra el apartheid, los dirigentes imperantes quisieron acabar con la resistencia del CNA de raíz e ilegalizaron el partido, llevando a Mandela y al resto de activistas a organizar una lucha armada desde la clandestinidad. El 5 de agosto de 1962, Nelson Mandela fue arrestado por conspiración contra el gobierno (entre otros delitos) y pasaría en la cárcel los siguientes 27 años de su vida.

Pasó de su tribu a la cárcel. De las rejas a la libertad. Y desde allí a la presidencia de Sudáfrica como primer presidente negro elegido por sufragio universal en su país. Su noble sonrisa lo acompañó siempre y dejó una huella para la humanidad.

Los últimos años de su vida tras la presidencia (1994-1999) los dedicó a continuar su acción social a nivel internacional, así como a través de la Fundación Nelson Mandela. Finalmente, el 5 de diciembre de 2013, tras más de una década retirado de la vida pública, fallece por una infección respiratoria a los 95 años de edad.

Al conocer de su muerte Fidel escribió: Mandela ha muerto ¿Por qué ocultar la verdad sobre el Apartheid?

Ningún acontecimiento presente o pasado que yo recuerde o haya oído mencionar, como la muerte de Mandela, impactó tanto a la opinión pública mundial; y no por sus riquezas, sino por la calidad humana y la nobleza de sus sentimientos e ideas (…).Tres potencias han hecho descender artefactos en la Luna de nuestro planeta. El mismo día en que Nelson Mandela, envuelto en la bandera de su patria, fue inhumado en el patio de la humilde casa donde nació hace 95 años, un módulo sofisticado de la República Popular China descendía en un espacio iluminado de nuestra Luna. La coincidencia de ambos hechos fue absolutamente casual.

 A 101 años de su nacimiento, el legado de Nelson Mandela marca la vida de los 130 millones de afrodescendientes que habitan el territorio de América latina y el Caribe y que continúan en busca de equidad. La nueva tierra los recibe con el engaño de la oportunidad cuando, en muchos de los países de nuestra región, los golpea el desempleo y la desigualdad, en particular a las mujeres.

Hoy es un dia para recordarlo y tenerlo presente en nombre de sus luchas y sacrificios. Su ejemplo de vida queda en el imaginario de quienes aman la justicia y el bien de la humanidad.

Poema Invictus

En medio de la noche que me cubre,
Negra como el abismo de polo a polo,
Agradezco a cualquier dios que pudiera existir
Por mi alma inconquistable.
En las feroces garras de las circunstancias
No me he lamentado ni he llorado.
Bajo los golpes del azar
Mi cabeza sangra, pero no se doblega.
Más allá de este lugar de ira y lágrimas
Se acerca inminente el Horror de la sombra,
Y aun así la amenaza de los años
Me encuentra y me encontrará sin miedo.
No importa cuán estrecha sea la puerta,
Cuán cargada de castigos la sentencia.
Soy el amo de mi destino:
Soy el capitán de mi alma.

Por: Dennis Malvina Valdez Aguila