Los estudiantes, profesores y trabajadores de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas parten cada octubre a su encuentro. Y es en ese acto, donde cobra mayor fuerza el sentimiento de amor por un hombre que retorna a la vida desde telas, pancartas, tatuajes, banderas; o simplemente, desde los pasos que desandan varios kilómetros hasta distintos puntos de su ciudad.

Al culminar los estudios universitarios; pocos se perdonan no haber asistido a la tradicional caminata por la ruta del Che. Llegada la hora de partir de la casa de altos estudios la mayoría lleva como recuerdo la instantánea que inmortalizó aquella tarde de octubre cuando los pasos del guerrillero marcaron el andar.

Por estos días esas imágenes inundan el escenario virtual como evocación a un tiempo otro en que quizás no percibíamos que la felicidad era (es), entre otras cosas pequeñas, aquel puñado de amigos entretejiendo sueños sin más destino que el andar.

Quizás alguna tarde del próximo octubre la carretera a Camajuaní explote otra vez de energías abriendo paso al futuro, quizás el Parque Vidal o la Loma del Capiro vibren con la música de algún cantante popular, quizás, como muchas veces, como la última vez, llueva tanto, que borre el tiempo malo en que no pudimos caminar por la ruta del Che. Preparemos los zapatos para ese andar de octubre.