Con motivo de la jornada por el 14 de febrero te proponemos un top 5 de constelaciones que surgieron a partir de historias de amor.

Géminis (amor fraternal)

14 de febrero

Según la mitología grecolatina, la constelación recuerda a los dos gemelos Cástor y Pólux, hijos de Leda, reina de Esparta. Pólux y Cástor son una mítica pareja de hermanos en la mitología griega. El primero sobresalía como domador de caballos, mientras que el segundo era un valiente púgil.

Según la leyenda, los hermanos lucharon contra Ida y Linceo, hijos de Afareo, rey de los mesenios, por la posesión de una manada de bueyes. En el combate, Cástor murió a manos de Ida, y Pólux vengó a su hermano matando a Linceo, mientras que Júpiter fulminó a Ida. Pólux era inmortal, pero le pidió a Júpiter (Zeus) que le permitiera seguir a su hermano, del cual no quería separarse, entonces el dios elevó hasta el cielo a los dos hermanos.

Perseo y Andrómeda

14 de febrero

Perseo, hijo de Zeus y Danae, tuvo un feliz matrimonio con Andrómeda, a quien rescató cuando iba a ser devorada por Cetus, el monstruo marino, como castigo a la arrogancia y vanidad de la madre de ésta, Casiopea. Perseo y Andrómeda se enamoraron y aunque Poseidón, dios del mar, estaba enfadado porque no se había cumplido el castigo, se conmovió tanto con el amor de los jóvenes que los situó uno cerca del otro en el cielo de modo que su amor fuera visto y sentido por los humanos en la tierra.

Osa Mayor y Osa Mayor

14 de febrero

La mitología nos cuenta la historia de Calisto, una cazadora que pertenecía al cortejo de Artemisa, diosa de la caza, para lo cual adoptó un voto de castidad. Zeus, el dios principal del Olimpo, se enamoró de ella y Calisto se quedó embarazada de él. Cuando la esposa de Zeus, Hera, se enteró, se enfadó mucho y él, para proteger a Calisto, la convirtió en osa. Pero con el tiempo Hera descubrió el engaño, hizo que Artemisa le disparase en una cacería. Para salvar a su amante y a su hijo, Zeus trasformó a Calisto en una constelación, la Osa Mayor, dándole así la inmortalidad. Un mito similar es el que acontece con Fénice, a quien Zeus convirtió en la Osa Menor.

La cabellera de Berenice

Berenice era una dama con un hermoso cabello que era la envidia de todo el reino. Estaba casada con el rey egipcio Evergetes y cuando este se va a una misión peligrosa ella promete entregar su cabellera a la diosa de la belleza, Venus, si él regresaba sano y salvo. Júpiter colocó entre las estrellas la melena que Berenice le entregó cuando el rey volvió indemne de la batalla. Se trata de un cúmulo de débiles estrellas con apariencia de encaje situado cerca de Arturo. La leyenda se ha convertido en un símbolo de los sacrificios que tenemos que estar dispuestos a hacer por los que amamos.

Orión

Existen diversas versiones del mito de Orión. Una de ellas cuenta que Artemisa se había enamorado de Orión, lo cual despertó celos en Apolo, hermano gemelo de Artemisa. Un día Apolo, viendo a Orión a lo lejos, hizo una apuesta a su hermana desafiándola a que no podía asestarle una flecha a un animal (o a un punto brillante lejos en el océano, en otra versión) que se movía a lo lejos dentro de un bosque (o en lo lejano del mar). Artemisa lanzó su flecha y dio, como siempre, en el blanco. Cuando fue a ver su presa, se dio cuenta de que había aniquilado a su amado Orión. Fue tan grande su tristeza, sus quejas y sus lamentos que decidió colocar a Orión en el cielo para su consuelo.

Orión está representado por un guerrero alzando su arco, su espada o garrote y cubriéndose del enemigo con un vellocino o un escudo. A su lado se encuentran sus perros de caza: Can Mayor y Can Menor.

Por Melanie Guedes, Nataly Cala y Liz María Valero, estudiantes de Letras