Por: Mariela Díaz Ramírez

Los recuerdos, las anécdotas, el pasado, fueron el orden del día del encuentro de graduados de la Escuela Normal de Maestros y Maestras de Las Villas, que tuvo lugar esta mañana en la Sala de Historia de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas. El espacio acogió a un grupo de profesores normalistas egresados en la década del cincuenta del siglo pasado.

Adriana Mani Benítez, especialista del Grupo de Historia de la UCLV y promotora de la iniciativa, explica que la actividad está encaminada a “celebrar el centenario de la Escuela Normal, el pasado Día del Educador y el natalicio de José Martí, además, pretende fomentar el diálogo de los normalistas con las nuevas generaciones”.

La música del Trío “Los brillantes” sirvió para calentar el ambiente. Entre boleros los participantes evocaron su juventud, sus tiempos de estudio, la época de la Escuela Normal. Las intervenciones no se hicieron esperar y el momento devino clase magistral de historia.

La lucha contra la tiranía batistiana, los primeros años de la Revolución, los encuentros con Fidel y las experiencias educativas fueron tema obligado y común a todos los invitados. No faltaron la poesía, los chistes ni los rostros emocionados, muchos menos la sonrisa del que vuelve a vivir momentos tan especiales.

El Dr. Juan Virgilio López Palacio, graduado de la Escuela Normal en el año 1954, se refirió a la necesidad de que “a la universidad lleguen los maestros primarios pero con la cientificidad del profesor universitario, pero buscando la sensibilidad en cada uno de nosotros (los maestros normalistas), esa que hemos tenido para contar estas anécdotas y sentir ese hecho fundamental de qué significa un maestro”.

Otro de los temas debatidos fue la situación actual de la educación en Cuba y la escasez de maestros y profesores. Los invitados estuvieron de acuerdo al plantear que el reto consiste en sembrar en los jóvenes el amor hacia el magisterio; al respecto López Palacio agregó, “a la vocación hay que dirigirla y se dirige incluso en los países más industrializados. La vocación hay que sustituirla por la responsabilidad.”

La reunión concluyó de manera especial. Todos los participantes cantando a coro las notas del himno de graduación de la Escuela Normal, con tristeza, incluso añoranza, pero llenos del orgullo que caracteriza a aquellos que se ven en tantos hombres y mujeres, seguros de que enseñar es volver a vivir.