A René Descartes (1596-1650) se le considera habitualmente como el fundador de la filosofía moderna y, a mi juicio, justamente. Es el primer hombre de alta capacidad filosófica cuyo criterio está influido de modo profundo por la nueva física y la nueva astronomía.

Las dos obras de Descartes más importantes en lo que respecta a la pura filosofía. Éstas son: el “Discurso del método” (1637) y las “Meditaciones” (1642). En estos libros Descartes empieza por explicar el método de la «duda cartesiana» como se le ha llegado a llamar.

“Pienso, luego existo”, es el núcleo de la teoría del conocimiento de Descartes y contiene lo más importante de su filosofía. La mayoría de los filósofos posteriores a Descartes han concedido importancia a la teoría del conocimiento y esto se debe en gran parte a él.

Descartes fue filósofo, matemático y hombre de ciencia. En filosofía y matemáticas su obra fue de importancia suprema; en ciencia, aunque estimable, no resultó tan buena como la de algunos de sus contemporáneos.

Su gran contribución a la geometría fue la invención de la geometría coordenada, aunque no del todo en su forma final. Empleó el método analítico, que supone resuelto un problema y examina las consecuencias de la suposición, y aplicó el álgebra a la geometría. En ambas cosas había tenido predecesores —en lo que respecta a la primera, incluso entre los antiguos—. Lo original suyo fue el empleo de las coordenadas, es decir, la determinación de la posición de un punto en un plano por su distancia de dos líneas dadas. No descubrió todo el poder de este método, pero hizo lo bastante para facilitar un progreso mayor. Desde luego, no fue ésta su única contribución a la matemática, sino la más importante.

El libro en que expuso la mayor parte de sus teorías científicas fue su “Principia philosophiae”, publicado en 1644. Hay, sin embargo, algunos otros importantes: “Essais philosophiques” (1637), trata de óptica y geometría, y uno de sus libros se titula “De la formation du foetus”.

Descartes escribe, no como un maestro, sino como un descubridor y explorador, afanoso por comunicar lo que ha encontrado. Su estilo es fácil y sin pedantería, dirigido a los hombres inteligentes del mundo más que a discípulos. Es, además, un estilo extraordinariamente excelente. Es una gran suerte para la filosofía moderna quesu precursor tuviera tan admirable sentido literario. Sus sucesores, tanto en el continente como en Inglaterra, hasta Kant, conservan su carácter no profesional, y varios de ellos conservan algo de su mérito estilístico.

*Fragmentos del capítulo dedicado a Descartes, en la obra “Historia de la Filosofía Occidental”, del filósofo, matemático y escritor británico Bertrand Russell.