Dos meses antes de cumplir 26 años, Mella pasaría a las filas de los héroes eternos de la Patria. Con una obra revolucionaria tan impresionante resulta difícil imaginar cómo pudo hacer tanto, y organizar a tantos sectores populares de Cuba y América Latina en su corta vida. La sociedad cubana actual, tan necesitada de creatividad, de verdades compartidas y de propuestas audaces de cada uno de sus jóvenes, encuentra en los herederos de su historia la impronta de Mella.

Julio Antonio Mella ingresa a la Universidad de La Habana para estudiar Derecho, Filosofía y Letras; institución en la que se destaca como líder estudiantil y deportista. Al interés académico por la renovación universitaria, une la preocupación política por la modernización de la sociedad, ampliar la democracia y la participación de los estudiantes en la vida nacional. Cree indispensable la unidad de todo el estudiantado, primero universitario, después del país.

A tono con los principios del fundador de la FEU, los universitarios de hoy también han asumido tareas riesgosas y que exigen trabajo mancomunado, como es el caso del enfrentamiento a la covid-19, y otros desafíos económicos y sociales en los que decididamente participan.

En su paso por la universidad, Mella administra la revista universitaria Alma Máter, que hasta la actualidad es la voz del estudiantado progresista cubano. En enero de 1923 es el líder de la lucha estudiantil por la reforma universitaria. También funda la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU). Hoy, la organización centenaria es protagonista en los debates que se generan sobre la violencia contra la mujer, el bienestar social, la discriminación racial, el medio ambiente, entre otros temas.

Alma Mater, número 5, marzo de 1923/Imagen tomada de Internet.

En octubre de 1923, Mella organiza y dirige el Primer Congreso Nacional de Estudiantes y, en noviembre, inaugura la Universidad Popular José Martí, con el propósito de impartir instrucción política y académica a los trabajadores, y de vincular la Universidad  con «las necesidades de los oprimidos». Aquella FEU era antimperialista, como lo es la FEU de estos días, la cual, además, ha asumido la responsabilidad social con las comunidades, especialmente en el marco de su X Congreso.

El 20 de mayo de 1925, el general Gerardo Machado asume la presidencia de la república neocolonial. En su mandato, ilegaliza el Partido Comunista y la Federación Estudiantil Universitaria y, en el año 1926, expulsa a Julio Antonio Mella de la Universidad y lo encarcela sin pruebas, bajo la acusación de terrorista. Durante su estancia en la cárcel, el joven se declara en huelga de hambre. El Comité Pro-Libertad de Mella inicia una campaña para liberarlo; la presión nacional e internacional se hace sentir y se le libera el 23 de diciembre del propio año. Se embarca entonces rumbo a Honduras.

Después, Mella se exilia en México y se vincula al movimiento revolucionario continental e internacional, del que es nombrado secretario general. Fiel a esos principios, la FEU actual preside la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (OCLAE), lo cual constituye una oportunidad para aportar ideas con el propósito de contribuir, desde la mirada joven, a la construcción de la América que queremos.

La OCLAE sigue fiel a los principios de Mella. La FEU la preside.

La OCLAE representa a más de una treintena de organizaciones estudiantiles de la región./Imagen tomada de Internet.

La noche de su asesinato, andaba Mella caminando del brazo de su compañera de vida, Tina Modotti, cuando viles esbirros de la dictadura cubana lo liquidan a balazos. El joven lo había vaticinado antes de salir de Cuba: «No le tengo ni un ápice de miedo a la muerte, lo único que siento es que me van a asesinar por la espalda».

Le faltaban solo dos meses para cumplir 26 años cuando muere asesinado aquel 10 de enero de 1929, en México. Sus últimas palabras fueron: «Machado me mandó a matar. Muero por la Revolución. Tina, me muero». Las cenizas de Mella fueron trasladadas a La Habana el 29 de septiembre de 1933 y reposan frente a la escalinata de la universidad por la que tanto luchó.

Tina Modotti dijo refiriéndose a Mella:

«En la persona de Mella asesinaron no solo al enemigo del dictador cubano, sino al enemigo de todas las dictaduras…Esta noche, un mes después del cobarde asesinato, honramos la memoria de Mella, prometiendo seguir su camino hasta lograr la victoria de todos los explotados de la tierra. De esta manera lo recordamos como él lo hubiera preferido: no llorando, sino luchando».

Por: Denise Hernández Delgado y Francely Lamadrid Delgado, colaboradoras de Criollito