El 14 de diciembre de 1994, el Comandante en Jefe Fidel Castro recibió a Chávez en la capital cubana con honores de Jefe de Estado. Durante la visita, el líder venezolano ofreció una conferencia magistral en el Aula Magna de la Universidad de La Habana. Entre 1995 y 1997 recorrió Venezuela, explicando su proyecto político, que se basó, principalmente, en la necesidad de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente que «refunde la República».

El 19 de abril de 1997 inscribe su Movimiento V República (MVR) en el registro electoral. A mediados de 1998, Hugo Chávez ya era el primero en todas las encuestas y el 6 de diciembre de ese año es electo Presidente de Venezuela con el 56,5% de los votos. Como Presidente electo, visita por segunda vez La Habana el 17 de enero de 1999. Asumió el poder el 2 de febrero, y dos meses después convocó el Referéndum constituyente que fue aprobado por más del 81% de la votación. El 23 de mayo inició su programa televisivo «Aló Presidente».

Hugo Rafael Chávez Frías en 1999 se convirtió en el presidente número 52 de Venezuela y desde entonces su proyecto social se enfocó completamente en ir concretado en ese país lo que catalogó como Revolución Bolivariana, aproximación a un socialismo del siglo XXI basado en la igualdad, justicia social y defensa de los humildes.

La amistad que se fundó entre Chávez y Fidel fue insólita en la historia de dos mandatarios en Nuestra América:  dos luchadores revolucionarios y humanistas. Como padre e hijo, o como hermanos de diferentes edades; estos hombres se moldearon en el propósito grande de la justicia, los valores humanos, la unidad de nuestros pueblos y la entrega al proyecto colectivo pese a todo. Chávez le cambió la vida a la mayoría de los venezolanos olvidados y desposeídos de una existencia digna.

Varias anécdotas, pasajes de sus vidas dan crédito del cariño de ambos. Lo expresaban a diario, en disímiles circunstancias; muchas son las ocasiones que se podrían enunciar. Admiración y cariño inefable se fundieron en sus relaciones.   Chávez en el 2005 le confesó al periódico Granma: “Fidel es para mí un padre, un compañero, un maestro de estrategia perfecta.  Maestro, lo digo sin complejos, tú eres padre de los revolucionarios de este continente. Tú eres Padre Nuestro, le dijo (Pablo) Neruda a (Simón) Bolívar y yo te lo digo a ti. Padre Nuestro que estás en la tierra, en el agua y en el aire”.

Fidel en el acto de condecoración con la Orden Carlos Manuel de Céspedes, en el X Aniversario de su primera visita a Cuba, en el Teatro Carlos Marx, 14 de diciembre de 2004:

“Prometiste volver un día con propósitos y sueños realizados. Volviste y volviste gigante, ya no solo como líder del proceso revolucionario victorioso de tu pueblo, sino también como una personalidad internacional relevante, querida, admirada y respetada por muchos millones de personas en el mundo, y de modo especial por nuestro pueblo”.

Recibió Hugo Rafael Chávez Frías en el 2004 la Orden de Carlos Manuel de Céspedes, de la República de Cuba y en 2005 fue ganador del Premio Internacional José Martí de la UNESCO por su constante actuación a favor de la integración de los países de Latinoamérica y del Caribe, así como por su labor por preservar la identidad, las tradiciones culturales y los valores históricos de los países de la zona. El premio se lo entregó Fidel Castro.

Aprendimos a querer a Chávez desde nuestro Fidel, y es que él sabía perfectamente la necesidad de amar lo justo. Se aprende a mirar lo humano que es necesario para vivir y Fidel guio nuestros ojos a esa dirección de la Historia de América en los brazos de Chávez, en su desprendimiento para la realización de los más necesitados.

Nunca negó sus brazos para toda la América, sobre todo siempre extendidos al pueblo de Cuba.  El amor siempre se retribuye con amor. Hoy el pueblo de Cuba tiene un sitio de agradecimiento y respeto para quien fuera también un hijo de esta Isla: Chávez.

Las ideas vencieron el cáncer y hoy tu audacia de hombre entero sigue alumbrando la izquierda latinoamericana.