El Dr. C. Alejandro Duffus Scott contrarió las rutas de migración profesional en Cuba. Cuando aún estudiaba Física en la Universidad de La Habana respondió al llamado del Decano de la Facultad de Ciencias de la UCLV para culminar aquí la carrera y quedarse como profesor en esta Universidad.

Se graduó en febrero de 1974 y casi inmediatamente comenzó a dirigir la Escuela de Física de la Facultad de Ciencias. También se desempeñó como Vicedecano de Investigación de la propia facultad y dirigió el departamento de Física en todas las áreas de la Universidad.

A partir de 1999 estuvo frente al Centro de Investigación de Soldadura, creado en 1987 por orientación de Pedro Miret Prieto. Ocupar este cargo durante más de diez años afianzó su vínculo directo con la industria, a partir de la investigación sobre los metales.

Un déficit de profesores de Física en la Universidad lo obligó a impartir la asignatura en las facultades de Construcciones, Eléctrica, Química y Mecánica. Durante esos años estudió pedagogía y didáctica, y comprendió que el éxito de la materia se apoya sobre tres pilares: los estudiantes, el profesor y la institución.

Por otro lado, la labor docente en universidades de México, Nicaragua, Venezuela, Colombia, Perú y Brasil le permitió conocer las ventajas y deficiencias de la UCLV en comparación con estándares latinoamericanos, y enorgullecerse de nuestro potencial académico y científico.

Uno de los sucesos extraordinarios de su vida académica lo sorprendió en 1978. Cuando fue seleccionado para cursar el doctorado en Ucrania. Durante su estancia en el Instituto Politécnico de Kiev, Duffus Scott conoció instituciones académicas de primer nivel, recibió la preparación de asesores rusos y estrechó lazos con otros profesores de la UCLV que también cursaban estudios de posgrado.

Otro momento de júbilo para Duffus llegó con la Orden Carlos Juan Finlay, en el año 2011. El galardón que otorga el Consejo de Estado de la República de Cuba a personalidades y colectivos científicos por sus aportes al desarrollo socio económico del país lo colmó de regocijo.

Aunque hace dos años el profesor Alejandro Duffus se jubiló, un compromiso docente y científico lo mantiene atado a las aulas de FIMI y a los laboratorios del CBQ. Humildemente reconoce que su legado no radica en lo que hizo, sino en lo que es: “Quiero que me recuerden como un profesor de Física y Ciencia de los Materiales; pero vinculado siempre al sector industrial, conectado a la realidad productiva”.

Por: Mónica Sardiña Molina