Para los que disfrutan de las historias de las culturas árabes y para aquellos que aún no conocen sobre su magia, hoy proponemos la lectura de El enigma de Qaf. Esta emocionante historia de tribus nómadas, poetas y guerreros a camello, mereció, en 2005, el premio Casa de las Américas. Su autor, el brasileño Alberto Mussa, nos traslada desde el presente al mundo del Islam y al interior de su cultura exhuberante y casi desconocida para el mundo occidental.

Estas son diez de las razones que proponemos para leer El enigma de Qaf:

  1. El lector será capaz de experimentar un viaje en el tiempo hacia la Era de la ignorancia, que junto a la Era de la iluminación son los dos períodos en que se subdivide a historia del Islam. Antes y después de la llegada del profeta Mahoma.
  2. Llegaremos a conocer los pilares fundadores de la literatura árabe a través de la historia de los muallaqat, que significa literalmente «colgados», ya que son siete poemas de gran extensión, suspendidos en la Kaaba de La Meca. La Kaaba es una construcción en forma de cubo que se considera sagrada, y es el lugar al que peregrinan grandes cantidades de personas anualmente para realizar ritos propios de esta religión. Y para los practicantes del islam tiene gran importancia ya que es el lugar donde lo divino y lo terrenal se unen.
  3. Encontraremos una de las más conmovedoras historias de amor entre nuestro poeta Al-Ghatash, que lucha numerosas veces para ganar a la hermosa Layla, una de las hijas del Jeque de los Ghurab.
  4. El libro consta de juegos argumentales al estilo de Rayuela, pues interrumpe la historia central para introducir, alternativamente, capítulos intermedios denominados parámetros o excursos. Los excursos son narraciones que guardan relación con la historia central y la complementan, mientras que los parámetros son leyendas de héroes-poetas como Al-Ghatash, cuyos poemas son los colgados en La Meca. Como el autor nos revela, podemos decidir o no acompañar nuestra historia con estos capítulos, pero si se quiere experimentar realmente la magia de la civilización preislámica, entonces es imprescindible leerlos.
  5. El autor introduce figuras de gran importancia histórica como Aristóteles, Pitágoras o Cristo, que agregan cierto tono divertido y mítico a la novela.
  6. Veremos la magnífica representación de la vida nómada, organizada en tribus, y la magia que se esconde al interior del desierto donde estas tribus edificaron gran parte de su cultura.
  7. El libro no solo nos propone la aventura por estas civilizaciones asiáticas, conocidas brevemente por algunos de nosotros a través de textos como Las mil y una noches, sino que representa la literatura contemporánea brasileña, de la que probablemente, muchos de nosotros no conozcamos casi nada y que con este autor alcanza límites insospechados como el mismo Medio Oriente.
  8. El juego y la atención a los epígrafes e informaciones que figuran al inicio de cada capítulo se harán necesarios para llevarnos cada detalle de la narración, porque esta novela ha logrado insertar al lector en su historia y hacerlo partícipe de la resolución del enigma, que es el centro de toda la trama. Por tanto, se vuelve necesario llevar la relación de cada pista, cada conversación y cada historia paralela.
  9. El diálogo con otros textos como las escrituras sagradas, tanto islámicas como cristianas, con las matemáticas, la filosofía y muchas otras disciplinas que se incorporan a la novela para tejer la historia. No solo la historia del poeta Al-Ghatash, sino de toda la cultura de su tiempo.
  10. Por último, la absorbente magia de las palabras y la simbología detrás de las veintiocho letras árabes que titulan cada capítulo y que, junto a la historia eje y los capítulos complementarios nos anticipan, si sabemos descubrirlo, la solución al enigma de Qaf.

Por: Elena Nazco