A dos meses de reportarse los primeros casos positivos a la COVID-19 en Cuba, la ministra de Trabajo y Seguridad Social compareció en la Mesa Redonda para explicar las principales acciones acometidas para enfrentar la pandemia.

Al iniciar su intervención en el programa, Marta Elena Feitó Cabrera, ministra de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) expresó que en este período su organismo ha adoptada unas 35 medidas encaminadas a la protección laboral, salarial, y para atender a las personas más vulnerables. “Las mismas abarcan a trabajadores estatales y no estatales y van dirigidas a mantener la actividad económica en medio de este escenario, contribuir al aislamiento social y proteger los ingresos de los trabajadores en la medida de lo posible”, apuntó.

En este sentido recordó que desde el mes de septiembre se ha potenciado el trabajo a distancia y el teletrabajo. Igualmente fue política de estado defender el cambio de labor ante las interrupciones laborales, así como la protección a las madres trabajadoras ante la suspensión del curso docente.

“Igualmente hemos protegido a los trabajadores más vulnerables y se han aplicado variantes para el pago por resultado para el sector empresarial. Hemos visitado en las comunidades a las personas con una situación compleja”, dijo.

Garantías salariales en tiempos de pandemia

Al comentar sobre la protección salarial, la ministra se refirió a dos conceptos fundamentales: salario escala y salario básico.

El salario escala es el relacionado a la complejidad del puesto laboral y se corresponde con el cargo que ocupa el trabajador; mientras que el salario básico es el que se ha estado utilizando para garantizar la protección salarial. “Este incluye el salario escala y los pagos adicionales como son los correspondientes a los pagos por turno, por laborar en condiciones excepcionales, etc.”, explicó

Mientras que la garantía salarial se aplica ante determinadas circunstancias en el que el trabajador no se encuentra laborando. “Este es el caso de las interrupciones u otras medidas especiales como las orientadas en este momento”, detalló.

Otro precepto fundamental, subrayó Feitó Cabrera, es la protección social “relacionada a la asistencia social y que se ofrece cuando los ingresos son insuficientes para cubrir las necesidades básicas”.

Sobre este propio tema dijo que la garantía salarial la paga la entidad ante determinada circunstancia cuando el trabajador no está laborando. “No se puede devengar lo mismo cuando uno trabaja a cuando uno no lo hace independientemente de la causa que sea”.

Se dio a conocer en la Mesa Redonda que de los tres millones de trabajadores del sector estatal, el 58% permanecen laborando en las entidades. De ellos, el 74% pertenece al sector empresarial mientras que el 26% se corresponde al sector presupuestado. “Estas cifras respaldan el principio de que no se detuviera la producción y que solo recesaran los que no fueran imprescindibles”.

600 mil 38 – Laboran a distancia

83 mil 454 – Madres al cuidado de niños pequeños

65 mil 062 – Trabajadores vulnerables

138 mil 638 – Trabajadores declarados interruptos

Sobre este último aspecto, la titular comentó que 39 mil 127 trabajadores declarados interruptos han sido reubicados en actividades como la producción de alimentos, centros de aislamiento, para cubrir plazas vacantes del sistema de salud pública, se han vinculado a la pesquisa o a la atención a personas vulnerables, adultos mayores solos y personas con discapacidad. “Tenemos 93 mil 660 trabajadores cobrando garantía salarial mientras que 5 mil 851 no la tienen ya que no aceptaron la oferta de empleo”, agregó.

La ministra reconoció en el programa radio-televisivo que la principal insatisfacción se presenta en el sector empresarial que no aplica la escala del sector presupuestado. “Sabemos que no es lo mismo el 60% del salario de la escala de las empresas, que esta cifra entre los presupuestados que el año pasado recibieron un incremento salarial. Este sector fue beneficiado con este aumento porque como expresara nuestro presidente agrupa a las principales conquistas de la Revolución y durante muchos años no recibió ningún incremento. Esta nueva escala se aplicará en el sector empresarial en la medida que las condiciones lo permitan”.

El sector empresarial, recordó, ya había sido beneficiado con otros incrementos durante el proceso de perfeccionamiento de la empresa estatal socialista. “El salario medio se incrementó de 524 pesos en el año 2013 a 891 al cierre de 2019. Por su parte, el pago por la distribución de utilidades supera los mil 500 pesos promedio y se cuenta además en algunas empresas con el pago de 13 CUC de estimulación”, añadió.

Marta Elena Feitó Cabrera reiteró que a partir del impacto de la pandemia, se aprobó mantener el pago por resultados, suprimiendo el requisito del crecimiento de las utilidades después de impuesto. También se eliminó la obligación del cumplimiento de las utilidades para aquellos que devengan en CUC.

Con información de Cubadebate