Este jueves los gobiernos de Cuba y Estados Unidos han dado un paso importante en la normalización de sus relaciones bilaterales. A través de una Declaración Conjunta firmada por altos representantes de ambos países, se pone fin a la política de “pies secos/pies mojados” y al programa de admisión provisional (parole) para profesionales cubanos de la salud, dos mecanismos denunciados reiteradamente por Cuba como perjudiciales para la seguridad y la estabilidad migratoria entre ambas naciones.

Según el documento, a partir de este 12 de enero los Estados Unidos devolverán a Cuba a todos los ciudadanos cubanos que sean detectados por las autoridades competentes de los Estados Unidos de América cuando traten de ingresar o permanecer irregularmente en ese país.

Además, aplicarán sus leyes migratorias de manera no selectiva y de conformidad con los mecanismos internacionales, otorgarán al menos 20 mil visas al año para ciudadanos cubanos y aplicarán a los migrantes de la Isla las mismas exigencias empleadas con el resto de los ciudadanos del mundo para permitir el acceso a ese país.

De acuerdo a las declaraciones de Gustavo Machín, subdirector general de la Dirección General de Estados Unidos de la Cancillería, las políticas eliminadas ahora provocaron durante los últimos cincuenta años diversas crisis migratorias entre ambos países, la pérdida de vidas humanas, el secuestro de embarcaciones y aeronaves, así como la trata, el tráfico de personas y el fraude migratorio, con un impacto extraterritorial y desestabilizador en el resto de las naciones.

Igualmente, una Declaración del Gobierno Revolucionario Cubano sobre el tema afirma que para poder ser consecuentes con el espíritu de esas medidas y alcanzar relaciones migratorias normales entre ambos países resulta imprescindible eliminar la Ley de Ajuste Cubano de 1966. Esa disposición ofrece a los ciudadanos cubanos llegados a los Estados Unidos de manera legal la posibilidad de permanecer en el país de forma regular, una ventaja inexistente para el resto de los migrantes de otros estados.

A solo una semana de la salida del actual presidente norteamericano, este paso confirma el interés de ambos países por normalizar sus vínculos y representa un acto de justicia para las continuas exigencias del pueblo cubano. “Los Estados Unidos y Cuba están trabajando juntos para combatir enfermedades que ponen en peligro la salud y la vida de nuestra gente. Al proporcionar un trato preferencial al personal médico cubano, el Programa de Parole de los Médicos contradice estos esfuerzos y corre el riesgo de dañar al pueblo cubano”, dijo Barack Obama en una declaración. Igualmente, destacó que la política de “pies secos/pies mojados” fue diseñada para una época diferente.

Con la adopción de estas disposiciones Estados Unidos asume retos importantes, pues deberá convertir en hechos sólidos sus compromisos y garantizar una migración legal, segura y ordenada para los ciudadanos cubanos que deseen salir del país. Mientras tanto, aun resta levantar el bloqueo y devolver el territorio de la Base Naval de Guantánamo para concretar la aspiración de unas relaciones estables, respetuosas y duraderas.

Declaración Conjunta

Declaración de Gobierno Revolucionario Cubano

Conferencia de Prensa ofrecida por Josefina Vidal

Declaración del Presidente Barack Obama