La labor periodística en  José Martí es signficativa. Muchos son  sus trabajos que abarcan también dieferentes temáticas. En sus escritos subyace su concepción acerca de la labor de un periodista comprometido con su labor. Refiere una constante visión de alerta  y de análisis crítico vinculado a algunos sucesos de la cotidianidad social, económica, política y cultural de los países hispanoamericanos principalmente, todos abordados con objetividad y transparencia.

“El Diablo Cojuelo”, constituye el primer resultado periodístico de  Martí. Cuando salió a la luz El Diablo Cojuelo faltábale nueve días para cumplir los 16 años.

En la portada dejaba claro:

“Nunca supe yo lo que era público, ni lo que era escribir para él, mas a fe de diablo honrado, aseguro que ahora como antes, nunca tuve tampoco miedo a hacerlo. Poco me importa que un tonto murmure, que un necio zahiera, que un estúpido me idolatre y un sensato me deteste. Figúrese usted, público amigo, que nadie sabe quién soy: ¿qué me importa que digan o que no digan?”
Al parecer este  título fue tomado de la novela homónima de Luis Vélez de Guevara –escritor español del siglo XVI-, posiblemente por ser esta obra, según se dice en el prefacio de la edición publicada en la Colección Universal, en 1919, “una visión rápida de la vida y sociedad de aquel tiempo, chispeante de ingenio, llena de chistes y agudezas, de sátira salada y cuadros ejecutados con leve, pero certera mano”.

Este singular periódico representa la importancia que Martí concedía a la palabra escrita como factor aglutinador de voluntades y expresión del pensamiento revolucionario. Su título resultó un grito irreverente en la época; el texto, una muestra de rebeldía latente, pero lista para aflorar. A través de pequeños diálogos, algunos de ellos cargados de cierta ironía, Martí fustiga al régimen colonial español y a sus representantes en Cuba.

De “El Diablo Cojuelo” se imprimió un solo número, el 19 de enero de 1869, en la Imprenta El Iris, Obispo 20 y 22. El gran amigo de Martí, Fermín Valdés Domínguez, fue quien costeó la edición. En el pequeño impreso aparecían algunas escenas mínimas, no carente de agudo humor y trasfondo crítico, reflejo del acontecer sociopolítico más ardiente del año.

José Martí  muestra  una fuerte crítica a los diferentes periódicos existentes en el país, defensores de los intereses españoles, promotores de reformas y feroces atacadores de la independencia cubana. Destaca que esa libertad de imprenta tan esperada, aún no permite hablar de los problemas que realmente atormentaban la sociedad cubana de la época,  como es el caso de la esclavitud y la independencia, objetivos por los que se alzaron en armas los orientales.

Critica, además, las reuniones de carácter reformista, desarrolladas por esos días, tal como la Junta Reformista del 13 de enero de 1869; y reprocha a los dirigentes corruptos de la época y servidores del colonialismo español.

Amonesta al sistema de enseñanza implantado en Cuba, pues los planes de estudios se habían reducido a la enseñanza de la asignatura Religión con el fin fundamental de promover el culto hacia lo español.

Con el decursar del tiempo, José Martí utilizó el periodismo para reflejar el compromiso que tenía con la liberación de su tierra natal y también para tratar diversos temas. Fundó y dirigió varias publicaciones.

Sirva esta fecha para honrar también a esos periodistas que ponen bien en alto las palabras de nuestro Héroe Nacional:

“Da grima, da pena, creer que puede haber criaturas que por dinero, abran a los paseantes esta arca santa de los pueblos que debe ser la prensa. No hay monarca como un periodista honrado”.