El Dr. C Roberto Jiménez Hernández, profesor Emérito de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, es hijo de la generación que hizo la Revolución. Ingresó en la UCLV en noviembre de 1959, a menos de un año del triunfo, y la universidad, para la fecha, se debatía entre la reacción y las facetas más revolucionarias.

“El dominio de la burguesía sobre la universidad se hizo sentir durante los inicios del radical cambio en Cuba. Con el nombramiento del Dr. Silvio de la Torre como rector de la UCLV se llevó a cabo una depuración profesoral y, al cabo de unos meses, se realizó el mismo proceso con los estudiantes”.

Con especial interés Jiménez Hernández recuerda los tiempos de la fundación de las Milicias Universitarias Ramón Pando Ferrer, cuando cada fin de semana sus miembros recibían entrenamiento riguroso y hacían, cada cierto período de tiempo, guardias durante toda la noche.

Asimismo, se cuenta entre los fundadores de la Asociación de Jóvenes Rebeldes y luego de la UJC, aunque no olvida cuando vertiginosamente salían del país profesores y estudiantes desafectos al proceso revolucionario, por lo que la carestía de personal calificado exigió del paso al frente de educandos que asumieran las labores docentes. Es por ello que desde 1961 fue contratado para impartir clases en los cuatro niveles de aceleración que había en la universidad.

 “Esa tarea impidió que muchos de nosotros participáramos en la Campaña de Alfabetización, porque nuestra meta, en aquel entonces, era graduarnos de ingenieros y contribuir al desarrollo de la ciencia en el país”.

No obstante, ante otras tareas posteriores contribuyó con su participación. “Cuando la invasión por playa Girón, se nos encomendó cuidar presos en el tabloncillo del área deportiva, personas que podían formar parte de la llamada Quinta Columna que apoyaría desde dentro el ataque norteamericano”.

De la misma manera, Jiménez Hernández participó en la intervención de los colegios privados y los trabajos voluntarios durante la zafra de los diez millones.

Su título de Ingeniero Electricista fue firmado por el entonces Ministro de Educación Armando Hart Dávalos

Después de realizado su doctorado en 1979, inmediatamente ocupó la responsabilidad de Jefe del Departamento de Electrotecnia y asume la asignatura Circuitos Eléctricos, que impartiría, en el curso 1980-1981 al actual presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

De las muchas anécdotas que refiere, recuerda con gracia aquella ocasión en que contribuyó a la creación de la primera computadora analógica automática en Cuba, Silna999, trabajo este que tomó tiempo y dedicación extrema.

“El día de la inauguración, el entonces rector Nasario González, tras manifestar su poco interés por el desarrollo de los ejercicios, llenó de elogios la belleza y calidad del mueble, lo que provocó cierto disgusto entre quienes estábamos presentes”.

Sobre el aporte de la universidad a su formación como persona le sobran las palabras. Su existencia desde los 17 años está vinculada de forma directa a esta casa de altos estudios, a la que le debe toda su formación como profesional. Por ello comenta sobre su libro en tres tomos Fundamentos de la Ingeniería Electromagnética, obra que tiene por objetivo facilitar el acceso de los estudiantes a bibliografía actualizada para las diferentes materias.

“Yo saqué de los libros y de mi propio devenir como profesor las mejores experiencias para hacer más entendible y más didáctico el acercamiento a estas asignaturas con cierto grado de complejidad”.

Indudablemente la UCLV también es deudora de sus tantos años de trabajo, porque el profesor Roberto Jiménez Hernández le ha entregado a ella su vida entera. “Sin mi universidad no puedo vivir, sinceramente. Y aquí me tiene, con mis 76 años de edad y hasta que pueda”.

Por Alejandro Gavilanes Pérez