Más que un dirigente juvenil, llegó al Comité de la UJC de la Universidad del centro de Cuba, un educador que seduce con la historia. Vino en septiembre de 2017 para acuñar la primera vez en los anales del funcionamiento de la organización dentro de la UCLV en que el Secretario es un cuadro semiprofesional, porque comparte su apretada agenda entre las tareas como líder y como pedagogo.
«Lo común es que la persona que dirige la organización sea un cuadro profesional, pero yo también soy profesor, Licenciado en Educación, en la especialidad de Marxismo Leninismo e Historia y he mantenido la docencia en el Departamento de Marxismo Leninismo e Historia de la sede Varela, fundamentalmente en el curso por encuentro. De lunes a viernes atiendo el Comité de la UJC y los sábados concentro más las actividades docentes. Me encanta dedicarle tiempo a la enseñanza porque esa es la profesión para la cual estudié y me formé y por la cual quiero seguir trabajando toda la vida, es mi vocación, además de ser líder de la UJC», explicó Hermes Aguilera Pérez, quien asegura que la enseñanza es su vocación al tiempo que conduce certeramente el funcionamiento de la UJC, que hoy cumple 56 años.
«Me gradué de Licenciado en Educación, en la especialidad de Marxismo Leninismo e Historia en el 2015, en la Universidad de Ciencias Pedagógicas Félix Varela Morales, de Villa Clara. Al terminar los estudios universitarios cumplí el servicio social en la Escuela Provincial Pedagógica Manuel Ascunce Domenech, la conocida formadora de maestros. Allí trabajé un curso escolar y compartí mi función docente con la responsabilidad de Secretario del Comité de la UJC de la escuela. Como dirigente estudiantil vinculado de la UJC que soy, el Comité Provincial de la organización al terminar el curso me asignó la tarea de dirigir el Comité en la UCLV, tarea que comencé el curso anterior y mantengo en lo que va de curso».
Desde tu llegada al Comité de la UJC en la UCLV asumiste varios retos…
Así es, porque indudablemente la UCLV es un escenario que impone un alto ritmo de trabajo, todos los días uno está en función de tareas diferentes. Asumí el reto de que la UJC se mantenga constantemente activa y creativa; el reto de que las estructuras de dirección de la Juventud en la Universidad a todos los niveles funcionen bien, aun cuando sea muy grande con sus estructuras intermedias de Comités Primarios y también que los más de 250 comités de base cumplan su función con eficiencia para que sea más visible y efectivo el trabajo de la organización, no solo del Comité a nivel universitario. No estamos satisfechos del todo, sabemos que hay lugares en los que salen muy bien las cosas y otros en los que nos gustaría que salieran mejor.
¿Qué estrategias ha seguido la dirección de la UJC para lograr el entusiasmo de los jóvenes por la organización?
Más que estrategias yo diría que lo principal es que todos entendamos que tenemos un papel protagónico en lograr ese objetivo. Si pensamos que otro va a lograrlo por nosotros estamos perdidos. Tenemos que entender que es decisiva la participación de los militantes de la juventud hacer de la UJC una organización propositiva que realice tareas, que enamore a los jóvenes.
Tenemos un universo juvenil grande de más de cuatro mil jóvenes en la UCLV y aspiramos a que ellos sientan motivación por la Juventud en tanto seamos ejemplo de responsabilidad, entrega, amor a la Revolución, de buenos estudiantes y buenos trabajadores, y nunca olvidar que la misión fundamental de la UJC es contribuir en nuestra sociedad a la formación de un joven comunista comprometido con el proyecto social que defiende nuestro país y en el cumplimiento de esa misión debemos hacer muchas actividades e iniciativas en el orden político, cultural, deportivo, investigativo, docente.
Una máxima que nos tiene que guiar es que para lograrlo tiene que existir la iniciativa desde la base, no esperar a las acciones universitarias, desde lo más adentro de la militancia que surjan vías y propuestas para funcionar y que las estructuras de dirección de la UCLV seamos capaces de viabilizar y abrir caminos para que la iniciativa de base ocupe el lugar que tiene que ocupar. El comité de la juventud de la universidad y los comités primarios en las facultades se aprueba anualmente un plan de actividades que se siguen mes por mes para mantener la dinámica de la organización que va desde el funcionamiento interno con los estatutos y reglamento, hasta las actividades de tipo extensionista al quehacer de la universidad.
A propósito, la jornada por el 4 de abril ocupó un lugar importante en la planificación de la UJC y hoy estamos materializando las actividades que se extienden hasta mañana…
Este año en particular iniciamos la jornada con el ascenso al Pico Turquino el pasado 25 de marzo, que se cumplió otro aniversario del nacimiento de Mella y aprovechamos la ocasión para homenajear a Mella y a Fidel en el marco del 9no Congreso de la FEU. Allí se realizó un recorrido por la ciudad de Santiago de Cuba donde más de 40 jóvenes entre trabajadores y estudiantes visitaron el cementerio de Santa Ifigenia, el Cuartel Moncada y recorrieron otros lugares de la bella ciudad. Ahora estamos en medio del proceso del 9no Congreso de la FEU, la organización juvenil más antigua de Cuba a la cual la UJC tiene el deber de acompañar permanentemente.
Continuamos con el programa de actividades por el 4 de abril, que incluye la presentación hoy de la colmenita de Villa Clara con un espectáculo especial a las 11.30 am en el Teatro. Después a las 3.00 de la tarde reconoceremos a jóvenes destacados de la UJC en la Casa del Estudiante.
A las 3.30 inicia el carnaval juvenil con actividades, iniciativas y sorpresas de la Dirección de Extensión Universitaria de conjunto con el comité de la UJC y a las 8.00 será el concierto de Qva Libre y que atrae mucho al público universitario. Mañana estaremos desarrollando en la noche una actividad de estímulo a los jóvenes más destacados en el 2017. Estaremos también premiando el concurso Fidel entre nosotros en el marco de la jornada, previendo que sea en el contexto del taller regional patriótico militar e internacionalista.
¿Sientes que la organización está tomando un buen camino?
No se puede hablar de que la organización ha tomado un rumbo diferente ni de marcar la diferencia con respecto al funcionamiento anterior. Nosotros hemos intentado ser continuidad de todo un trabajo en la UJC dentro de la Universidad pues la historia de la UJC ha sido bastante rica en esta institución. Una universidad con gran protagonismo juvenil a lo largo de la historia que marca la vida de la provincia de Villa Clara y por lo tanto nos consideramos heredero de esa obra. Hemos estado a la altura de una organización que exige mantenerse permanentemente viva, que exige que los jóvenes nos superemos cada día, que seamos cada vez más conscientes del papel que jugamos.
Pero hemos tratado de marcar una pauta en lograr sistematicidad en el funcionamiento interno de la organización, objetivo que no alcanzamos plenamente y seguimos trabajando pero consideramos que para que la UJC siga consolidándose tiene que tener cada día un funcionamiento interno más eficiente. Si existimos como organización y seamos disciplinados en la programación, planificación y realización de actividades de forma consiente seremos capaces de hacer más eficiente la vida externa de la organización, dígase hacia fuera del comité de base en el universo juvenil.
Antes de pedirle a la UJC que tenga más impacto en la percepción que tienen hoy los jóvenes de ella tenemos que entender como militantes que debemos ser más disciplinados para funcionar bien desde la base y no esperar a que las acciones se generen un grupo muy reducido de personas. Tenemos que lograr que la mayoría de los jóvenes más que generadores concreten las ideas lograremos el objetivo de la UJC. Es un reto de cada militante de la UJC.
¿Por qué no abandonas el aula a pesar de estar tan ocupado en la dirección del Comité?
La profesión de maestro me encantó desde muy pequeño y en parte tuvieron que ver mis profesores de la primaria, pero sobre todo, mi gran inclinación hacia la historia. Puedo afirmar sin vacilación ninguna que me viene por la figura de Fidel. Desde chiquito acostumbraba a ver y escuchar a Fidel cada vez que hacía sus largas intervenciones que me hacían estar frente al televisor de principio a fin. En la mayoría de ellas un recurso que utilizaba era volver a la historia para reflexionar sobre el presente, y eso siempre me llamó mucho la atención. Además, Fidel es un gran pedagogo, hablo en presente porque lo siento así, y me sirvió de ejemplo e inspiración para esta profesión que desarrollo. Es el punto de partida de mi inclinación por la historia y por la pedagogía.
También, la historia de Cuba me enorgullece mucho porque es única, heroica, admirable, es esa historia a la cual a uno no le queda otra alternativa que serle fiel, y eso me ha inspirado. Las figuras de nuestra historia son hombres y mujeres como nosotros, pero convertidos en leyenda, en ellos me he apoyado para cumplir mi función como docente.
Aunque las tareas en la UJC me llevan mucho tiempo continúo en la profesión y siempre de una forma u otra defenderé mantenerme vinculado, porque jamás dejare de ser maestro. Le agradezco mucho al claustro del pedagógico que me formó y me inculcó el amor por la educación. Creo que en estos tiempos donde hay personas dentro del sector que dejan de estar y otros que no quieren ingresar por diversas causas, debemos cada día reflexionar con los jóvenes sobre la importancia de ser educadores. Podrá haber muchas carencias, limitaciones y aspiraciones que aún no alcanzamos, pero no podemos olvidar que nuestros maestros nos pusieron en las manos y en la mente el conocimiento, que no es superado por ningún recurso material. Eso me motiva a continuar, a dejar una huella en las generaciones que van pasando. Por eso mi vida laboral inició y va a concluir en el sector de la Educación.
Pero tu andar hacia la educación no ha sido color de rosas…
Estudié el preuniversitario en el IPI Lázaro Cárdenas y de ahí me inicié como profesor con mucho sacrificio. Casi yo no puedo estar aquí donde hoy estoy sentado como profesor porque tengo mi tartamudez. En la secundaria yo pedí el pre pedagógico y las personas que vinieron a hacer la captación no me aprobaron por ese motivo. Por eso tuve que entrar al IPI, desde donde no era fácil entrar al pedagógico porque no era una fuente de ingreso.
Después de muchas gestiones y de haber sido alumno ayudante los tres años y gracias a la dirección de la escuela a la que le agradezco mucho logré matricular en la UCP. Allí pasé mis mejores años de estudiante y al final de la carrera fui el mejor graduado del pedagógico, con un índice académico de 8 puntos, y todo eso siempre lo hice sin abandonar ninguna de mis responsabilidades estudiantiles y políticas.
Ese camino con espinas me satisface porque las cosas fáciles no se valoran tanto como las que cuestan más trabajo alcanzar y siempre he pensado que la vida es un permanente batallar en el orden personal, profesional, político, porque reitero dirigir la juventud es un reto, estar a la altura de sus expectativas.
Desde tu posición como educador de jóvenes y dirigente de la UJC, ¿cómo valoras la historia, la educación y esta organización juvenil de vanguardia en tanto recursos para el enfrentamiento a la subversión política ideológica que nos ataca?
La combinación de los tres es fundamental, porque si no nos afianzamos en creer en nuestra historia, no nos educamos como seres humanos de bien y no somos combativos como nos enseña la UJC, podríamos fracasar en la batalla contra el enemigo. Por tal motivo, lo primero es no ser ingenuos y reconocer que existe una guerra psicológica contra nuestro pueblo y, sobre todo, con las nuevas generaciones. Existe todo un programa contra la Revolución cubana para darle fin, como objetivo histórico contra nuestro país.
Tenemos que reconocer que tenemos un enemigo al frente que puede ser engañoso. En los últimos tiempos con la disminución de la confrontación física la percepción de riesgo de los más jóvenes ha disminuido, en torno a reconocer que existe un enemigo a 90 millas y que lo seguiremos teniendo, mientras sigamos construyendo una Revolución socialista. Esa es nuestra realidad. Lo dijo Fidel empezando la Revolución. Entonces la primera batalla es contra la ingenuidad.
Después la información. Tenemos mucha carencia de información, tenemos que tener una motivación individual por buscar información y por no dejarnos guiar por lo que vemos. Esta es una generación privilegiada y a la vez es la más atacada de la historia porque tiene acceso a una diversidad de fuentes de información y de cultura que le impone el reto de saber discernir dentro de ese océano dónde está la verdad. Ahí a los maestros y a la UJC nos corresponde un papel fundamental en lo formativo e histórico para identificar la verdad, para no dejarnos manipular.
La tercera batalla es combatir, ser activo en el combate. No basta con conocer que existe e identificar el ataque sino combatirlo no con discursos vacíos ni consignas sino desde la realidad cotidiana de cada cual. Hoy tenemos el reto de hacer bien nuestro trabajo desde nuestros puestos, ese es el principal aporte a la batalla económica de nuestro país y a la batalla contra la subversión, que encuentra calo de cultivo en los errores que cometemos nosotros mismos.
Darle mucha importancia a las redes sociales como escenario de combate, ser activos y transmitir la realidad de donde uno vive, donde uno trabaja, lo que uno hace, socializar y transmitir mis experiencias de vida. Así indirectamente le está dando la mejor batalla que se le puede dar a la subversión, contrarrestar el ataque contra Cuba en las redes sociales desde la realidad de cada cubano. El mejor antídoto para una mentira bien elaborada que tienda a confundir es la historia, la verdad y la razón, como dijo Fidel. Mi experiencia personal y mis privilegios de estudiar y trabajar es mi principal arma para contrarrestar al enemigo. Independientemente de tratar temas particulares Tenemos que contribuir a que Cuba se conozca en el mundo tal y como es y no como nos quieren vender quienes no nos quieren bien.
¿A quién le agradeces lo que eres hoy?
A mi padre, con el cual vivo y me crió solo. Para mí es un ejemplo de perseverancia, resistencia y entrega a su familia, por su historia de vida que no voy a contar. Le agradezco mucho por el esfuerzo y la dedicación permanente. Todo lo que soy se lo debo en parte a él.
Pero también se lo debo a la Revolución, porque soy hijo de un obrero y una ama de casa y mira hasta dónde he podido llegar. Si yo hubiese nacido en otro país o en una Cuba que no estuviese viviendo una Revolución como esta, no fuera hoy un profesor por mi origen tan humilde. Si estoy aquí es por la oportunidades que la Revolución creó para todos.
¿Cómo sientes la percepción de los demás hacia ti?
(Risas). Siento que me ven a veces muy serio por las responsabilidades que he ocupado. Desde el pre estoy dirigiendo la Juventud Comunista. He sido secretario de comité de base, secretario de comité primario y uno de los secretarios del Comité de la UJC en la Universidad Pedagógica y por la entrega que le pongo a la tarea.
Y… ¿cómo realmente se caracteriza Hermes?
Contrario a lo que los demás piensen me gusta reírme, compartir, he tenido grandes amistades, no muchas pero verdaderas. Me gusta el béisbol, el boxeo lo disfruto y veo el fútbol.
De la cultura disfruto la música cubana, principalmente la más movida aunque no bailo mucho. Tampoco tengo proyección por la vida nocturna, me gusta más la tranquilidad y el descanso en casa. Disfruto mucho el cine en la casa, me encanta leer, sobre todo, la obra de Fidel. Algunos dicen que soy muy monotemático. Fíjate que tengo una biblioteca personal de más de 500 libros y de ellos 100 son de él y sobre él.
¿Tienes alguna investigación propia sobre Fidel?
Por supuesto. Mi trabajo de diploma fue un sitio web sobre la vida y obra de Fidel, para los docentes de secundaria básica, que obtuvo premio en el Fórum Nacional de Ciencias Pedagógicas, y gané con eso el derecho a participar en el Congreso Internacional Pedagogía 2015. Investigo a Fidel por ser motivo de inspiración no por obtener reconocimiento.
¿Qué otro momento recuerdas con emoción?
El 2015 fue un año de muchos logros, pero el más emocionante fue cuando recibí por parte del Buró Nacional de la UJC la condecoración estatal José Antonio Echeverría. Fue un acto en el que compartí con José Ramón Machado Ventura, una experiencia inolvidable que marcó un momento de mayor compromiso. Si hoy sigo comprometido con la UJC también es en parte por lo que significó para mí estar tan cerca de la dirección de la Revolución.
Pero también me enorgullezco de las ocasiones que tuve cerca de Ramiro Valdés Menéndez y de Guillermo García Frías. Cuando uno ve a esos hombres con una edad avanzada y que siguen trabajando, pensando y viviendo por Cuba a uno no le queda otro remedio que hacer lo mismo.
¿Qué les dices a los jóvenes de la UCLV en este 56 aniversario de la UJC?
Yo siempre lo recalco hoy, por la actitud de los jóvenes a no asumir más de una función. Cuando uno asume el reto y quiere hacerlo busca el tiempo y estudia, contribuye con la FEU, dirige. La universidad para mí fue inolvidable y le aconsejo a los jóvenes que la aprovechen en todos los sentidos, no solo en la asistencia al aula, en coger 5 puntos en exámenes. También hay que ir a eventos, actividades culturales, deportivas, políticas, a la FEU, la UJC, hacer vida en grupo, integrarse a las tareas de la Revolución, a las tareas de impacto económicas y sociales, que vivan intensamente la universidad que es una etapa única, hagan muchas amistades, enamórense, sean integrales, y que siempre se acuerden que si tienen la oportunidad de hacer todo eso es porque vivimos en un país diferente, que a veces no valoramos como deberíamos.
Hermes es un hombre demasiado sencillo al que le cuesta divulgar sus triunfos. En lugar de hablar de sí mismo, actúa con compromiso, entrega y pasión por el éxito de la organización que dirige y que celebra hoy su existencia. Su valor agregado es el amor por la enseñanza y el deseo de permanecer siempre en la Educación cubana.