«Puedes llorar, cerrar tu mente, sentir el vacío y dar la espalda, o puedes hacer lo que a ella le gustaría: sonreír, abrir los ojos, amar y seguir».

Bajo esa filosofía de la reina Isabel II en la despedida a su Reina madre; familiares, amigos, compañeros de labor y miembros del Consejo de Dirección de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas se reunieron la mañana de este jueves en la Biblioteca Central de la institución para honrar la memoria de la recientemente fallecida Dr. C. María Teresa Hernández Nodarse, primera graduada de Ingeniería Química de la UCLV, profesora e investigadora con una amplísima trayectoria al servicio de la casa de altos estudios, la provincia y el país.

«Porque hiciste de esta escuela tu casa, y porque has hecho de la casa tu escuela y tu Patria…Porque la muerte no es verdad cuando se ha abrazado con honestidad y valentía la vida; y, porque, una vida de servicio y virtud son siempre una escalera segura a la eternidad».

En las palabras de homenaje, la Dr. C. Osana Molerio Pérez, Rectora de la UCLV, detalló la relación especial que siempre unió a la «carismática María Teresa» con la universidad donde entre otras funciones, se desempeñó como Directora del Departamento de Postgrado, Secretaria de la Comisión de Grados Científicos, Miembro del Tribunal Nacional de Grados Científicos en Ingeniería Química y Directora de Relaciones Internacionales de la UCLV.

Molerio Pérez agradeció a los familiares la decisión de que María Teresa repose eternamente en el campus de la UCLV, un hecho que, dijo, compromete a la comunidad universitaria con su legado.

Más adelante en el acto de tributo, la solista Helen Montero Ortega interpretó el tema musical “Gracias a la vida”, canción con la que María Teresa arrancó aplausos una vez al público reunido en el Palacio Pallavicini-Rospigliosi en Roma.

Como colofón de la ceremonia y encabezados por sus hijos, los familiares más allegados de la Dr. C. María Teresa Hernández Nodarse esparcieron sus cenizas en los jardines ubicados entre la Biblioteca Central y la Dirección de Relaciones Internacionales de la UCLV, dos edificios que guardan mucho de la historia de esta «diva» para la que su hijo, el Dr. Cs. José Fernando Martirena Hernández, pidió aplausos en un sublime gesto de agradecimiento y amor.

«Por ahora la tormenta acabó, los barcos están de vuelta al puerto, y ahora solo queda remendar las velas rotas para continuar con la nueva fase del viaje llamado Vida».