El profesor Ignacio Pérez Elesgaray forma parte del claustro de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas desde 1971, año en que se graduó de la hoy Facultad de Ingeniería Eléctrica. Desde la fecha ha ocupado numerosos cargos y responsabilidades que avalan la entrega, tiempo atrás, de la categoría docente especial Profesor Emérito.

“Ingresé a la universidad mediante la Facultad Obrera en 1965, porque yo no terminé el bachillerato antes del triunfo de la revolución. Para aquel entonces matriculé en Ingeniería Eléctrica y estuve los tres primeros años en el curso nocturno y los tres últimos en el diurno”.

En su haber como profesor, se ha desempeñado como jefe de departamento, director de la entonces Escuela de Ingeniería Eléctrica, decano de la facultad, Vicerrector docente de la UCLV, en este caso durante dieciséis años, y, además, asesor del rector y Secretario General.

“Anécdotas hay muchas. Un período clásico de la universidad fue el Período Especial, tiempo en que veníamos en bicicleta hasta acá y los fines de semana trabajábamos en la estación experimental. De la fecha también recuerdo cuando, en una reunión con la dirección provincial del PCC, el vicerrector económico y yo planteamos que la situación del transporte podía resolverse mediante la utilización del tren que viajaba hasta Caibarién. Y lo logramos, porque hicieron el desvío de la línea y eso ayudó mucho a la transportación de las personas hacia la universidad”.

Pérez Elesgaray comenta que, a pesar de la dureza de esos años, la universidad nunca detuvo sus actividades docentes e investigativas, al contrario, continuó aportando al desarrollo y mejoramiento de la situación en la que el país se encontraba.

“En lo personal, a mí la universidad me aportó todo. Como profesor, ocupé responsabilidades que nunca imaginé que iba a tener, y todo ello contribuyó al enriquecimiento de mi experiencia vital, como persona y profesional”.

Por su parte, el profesor Pérez Elesgaray le dedicó a la UCLV horas de trabajo para la resolución de problemas internos, dedicación, esfuerzo en la formación de generaciones de profesionales. “Le di hasta lo que no podía”.

Por Alejandro Gavilanes Pérez