Seguramente has recibido alguna vez una de esas cadenas que prometen cumplir tus deseos más ansiados si las compartes. Al mismo tiempo te maldicen con años de mala suerte, desgracia en el amor o la ira de cualquier deidad si no las distribuyes entre tus contactos. Esos textos generalmente acompañados por imágenes fosforescentes, al estilo Camp, con la salvedad de que quienes las hicieron no son conscientes de su mal gusto, son muy similares a las noticias nalsas.

Sazonadas con los condimentos del sensacionalismo y el amarillismo, las fake news son fabricadas, en su mayoría, para perjudicar a otras personas o grupos, muchas veces con intereses políticos o lucrativos. Los rumores y difamaciones siempre han existido.

En la historia de la prensa se han registrado falsos testimonios y falta de rigor investigativo, así como plagio o descontextualización de los hechos. El gran problema es que como dijera Sam Wineburg, profesor de historia en la Universidad de Stanford:

Noticias falsas

Prof. Samuel Wineburg. Foto: tomada del sitio web de la Universidad de Stanford

«Hoy día, una noticia falsa se puede viralizar en un instante. Las redes sociales permiten un alcance enorme. Además, hay más productores de información».

La época de hiperinformación a la que asistimos hoy propicia más que nunca la desinformación y el caos. En el amplio caudal de contenido que recibimos a diario, las noticias falsas pasan desapercibidas y no pocas veces se replican con más velocidad que las reales. De más está citar la conocida frase de que una mentira repetida mil veces se transforma en verdad; de más está decir lo manipulable que puede ser una población ingenua y desinformada; sobra recalcar el daño que causan las mentiras.

Y aunque con las noticias falsas no se cumpla la vieja regla de que es más fácil atrapar a un mentiroso que a un cojo, tampoco necesitas asistir a la universidad o tener la capacidad lógica de un matemático, basta con que te tomes unos minutos y contengas tus impulsos de pirómano entusiasta ansioso por soltarle una bomba digital a sus amigos.

En la UCLV nos preocupamos por tu prestigio digital. No queremos que quedes frente a tus conocidos como una persona poco confiable que difunde rumores. Así que aquí te dejamos un par de trucos para identificar una fake news.

1. Tómate un momento

Pasos para detectar noticias falsas

Foto: tomada de Internet

No te creas la noticia ni compartas el texto de inmediato. Si te causó una reacción emocional muy grande este puede ser un indicio para desconfiar, pues las noticias inventadas se hacen para causar sorpresa o rechazo. Según los especialistas, la apelación a las emociones más inmediatas es una de las principales características del contenido falso.

2. ¿Confirma alguna sospecha previa? 

Este contenido se fabrica muchas veces con el objetivo implícito de polarizar la opinión pública, así que, si la noticia toma una postura muy evidente, desconfía.

3. Contrasta las fuentes

Fake news, noticias falsas

Foto: tomada de Internet

Una noticia real debe citar fuentes, incluir enlaces y citar documentos oficiales, su credibilidad se sustenta en sus argumentos e investigaciones. Nunca debe pedir que se crea en ella o utilizar un lenguaje claramente partidario de una postura.

4. Noticias amplias en tiempo récord

Noticias falsas

Producir un reportaje completo y contrastado toma tiempo y exige profesionales cualificados. Desconfía de las noticias bomba en el calor del debate. Las noticias muy detalladas en tiempo récord carecen de rigor investigativo o son falseadas.

5. Contexto

Sacar un hecho o un discurso de contexto también es desinformar. Alterar las palabras de una fuente, magnificar o minimizar un suceso es otra forma de distorsionar la realidad.

La interacción en la web exige que seamos usuarios responsables, la difusión de noticias falsas contribuye a la inseguridad, la manipulación de la opinión pública, la paranoia y la desinformación. Es muy complejo controlar su circulación sin caer en la censura extrema. Por ahora la responsabilidad recae en nosotros, en que cultivemos una cultura digital basada en la responsabilidad.