Cinco años nos separan ya del Fidel físico, real, de carne y huesos. Pero, a sus ideas y obra, nos une la eternidad. Hoy, desde esta Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas (UCLV), que también es y será suya, le dedicamos este hermoso poema.
Su autor, Javier Polanco Pérez, es estudiante de Marxismo de la Sede Varela de la UCLV. Y lo compartió con motivo de la I edición del Evento Científico “Fidel Castro Ruz en el joven cubano”.
Por estos días sesiona la sexta cita de este evento, y Polanco lo declamó en una de sus actividades colaterales: la inauguración de la exposición personal de Álex Castro “El rostro de la historia”.
Allí todos quedaron visiblemente emocionados, por eso compartimos este poema con ustedes, estimados lectores.
¡Disfrútenlo!
“El hombre de fango y hojas”
Dicen que allá en la Sierra
en lo alto del Turquino
se escucha siempre un trino
que al oído se aferra.
Y dicen que la tierra
aún recuerda el día
en que por ella descendían
los hombres de la guerra.
Sierra que parió un hombre
que vive allá en los montes,
hijo del sinsonte
y de la mariposa blanca
hombre de mano franca
que duerme en el horizonte.
Dicen que fue el monte
quien lo hizo de fango y de hojas
dicen que en lunas rojas
no pierde su sueño en vano
y con un fusil en la mano
reposa sobre las olas.
Cuentan las amapolas
que su paso era incesante
que sus grados de comandante
daban luz en lo oscuro
y dicen que fue el futuro
quien lo hizo un gigante.
Dando pasos hacia adelante
dicen que tropezó
con un ser que le pidió
que salvara esta tierra,
y fue entonces en la Sierra
dónde todo comenzó.
Se supo que triunfó
y que le dio un ejemplo al mundo
cuando con un discurso profundo
en la ONU se paró,
y a los malos calló
con un mensaje rotundo.
Él, levantó al vagabundo
y desafió la suerte,
él dijo ¡PATRIA O MUERTE!
y su pueblo respondía
que Cuba sí vencería
aunque costara la muerte.
Orgullo fue tenerte
hasta tus 90 años
escalando los peldaños
que te puso el enemigo.
Con un pueblo unido
alcanzaste la victoria
y fue cuando la historia
callada te absolvería,
pero ella no sabía
que te irías a la gloria.
Por eso yo en mi memoria
te llevo constantemente
sobre mi estrella incandescente,
la blanca, la solitaria,
la que nunca fue mercenaria
y acompañó a los mambises,
la que nació de raíces,
sumida en la trinchera.
Te habla tu bandera,
la cubana, la más fiel.
El hombre de fango y hojas
tiene un nombre y es:
FIDEL