Con una exposición que pudiera catalogarse como una verdadera feria tecnológica, los muchachos de la Facultad de Ingeniería Eléctrica (FIE) regalaron al público reunido en los alrededores del teatro una muestra de las divertidas formas de interactuar con las ciencias aplicadas.

Un contraste entre lo que pudiera ser el futuro con el presente o el pasado; bajo esa idea se fusionaron tecnologías modernas con elementos más antiguos y analógicos.

De drones, realidad virtual y futuro…

La exposición contó dentro de sus novedades con un vehículo autónomo, muestra de drones, el aeroplano utilizado en mediciones de terrenos, y el barco de navegación inteligente.

«El carrito autónomo tiene censores en su parte delantera que le permiten evadir obstáculos, por lo que al detectar objetos en su camino puede redirigir la ruta y continuar su trayecto de manera automática. Todo depende de la identificación adecuada del objeto, por parte del censor, para poder esquivarlo», detalla Kevin García, estudiante de cuarto año de Ingeniería Automática.

Por su parte, una maqueta de casa inteligente llamó la atención de los espectadores. Según explica Ariel Fernández Pires, estudiante de Ingeniería Automática y uno de los expositores, a la casa se le puede controlar la puerta, las ventanas, las luces y un ventilador, todo desde una aplicación móvil, y cuenta con censor de luz y uno de lluvia, detector de humo, reproductor de música, y pantalla de autenticación que funciona como llave de la casa.

Una de las mayores atracciones de la tarde de exposición fueron las gafas de realidad virtual. A decir de Marcos Gil Oloriz, Ingeniero en telecomunicaciones y electrónica y profesor de la FIE, las personas experimentan otras sensaciones desde un entorno virtual, en el cual encuentran espacios inmersivos, juegos, y variedad de escenarios propicios para la recreación.

La idea de una nostalgia futura

«Nuestro mensaje va dirigido a recordar los tiempos más humanos en un mundo totalmente tecnológico. Todo se explica a través de una historia de amor, donde uno de los miembros de la pareja pierde la vida, y ese resulta pretexto para mostrar todas las ansias del ser humano desde la necesidad de recuperar los sentimientos y los tiempos pasados que vivieron juntos», comenta Claudia Escobar Pérez, secretaria de cultura de la FIE.

«Future Nostalgia, aunque constituye un concepto muy abstracto, el sentido que le quisimos dar gira en torno a las cosas que podrías perder y extrañar en el futuro», añade Claudia.

Una electrizante gala de despedida

La noche Future Nostalgia inició con un recuento de las anteriores once galas, donde los secretarios de cultura de la FEU de cada facultad fueron protagonistas.

La escenografía develó los matices futuristas de la sociedad actual. Robótica e inteligencia artificial, incandescentes juegos de luces… un escenario que vibró al compás de la característica banda de rock de Eléctrica.

El modelaje se inspiró en los aclamados metaleros, y por supuesto, en los elementos de la cibernética y las tecnologías. Mientras, la música nos regaló interpretaciones de temas icónicos de la cultura metal, anglosajona y latina.

El animado trío de locutores, las electrizantes danzas, los performances y actuaciones humorísticas completaron el siempre movido espectáculo. Y en esta oportunidad, también se escuchó el muy esperado Dinosaurio eléctrico entre las voces del público, aunque desde otra versión, basado en el tema We Will Rock You, de la banda Queen.

Luego de la evaluación por parte del jurado, la facultad obtuvo un total de 377 puntos, con la clasificación de 9 de las 15 unidades artísticas en competencia.

Por su parte, la comisión de cultura de la FEU, encargada de evaluar aspectos desde la originalidad y organización, otorgó 97,8 puntos. En total, la facultad de Ingeniería Eléctrica obtuvo 474,8 puntos y se ubica décima en la tabla de posiciones.

Termina el intenso recorrido de las doce noches de gala de facultades, pero nos mantenemos a la espera de las galas universitarias, a celebrarse en el próximo periodo académico.

Por Lic. Christian Serafín Jiménez

Fotos Malú Vilasa