Fundado el 3 de diciembre de 2003, el Centro de Estudios Jardín Botánico de Villa Clara, ubicado en la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, ya cuenta con una larga trayectoria de investigación, docencia y trabajo de protección de la flora en Cuba.

A pocos días de cumplirse su decimoquinto aniversario, la Dirección de Comunicación Institucional de la UCLV ofrece a la comunidad universitaria un resumen de todos estos años de trabajo y sus principales resultados.

Un poco de historia

La historia del Jardín Botánico de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas se remonta al año 1953, cuando se plantea la creación de ese espacio en áreas aledañas a la Facultad de Ciencias de la UCLV. Finalmente, el proyecto vio la luz en 1956, al sembrarse las primeras plantas y comenzarse la construcción de las edificaciones.

A partir de ese año, el Jardín Botánico se desarrolla aceleradamente al crearse las lagunas y el arboretum y, entre las décadas del sesenta y setenta, alcanza importante reconocimiento tanto a nivel nacional como internacional.

Para 1990, el jardín universitario, por la connotación provincial que había adquirido, adopta el nombre de Jardín Botánico de Villa Clara y se incluye entre las instituciones que formarían parte de la Red Nacional de Jardines Botánicos.

Y aunque la fecha exacta de fundación no está precisada, se selecciona el 3 de diciembre por coincidir con la creación del Centro de Estudios, en el 2003, hecho que marcó el inicio de la recuperación que el área sufrió durante los años más crudos del período especial. Asimismo, fue resultado del trabajo del colectivo de especialistas y obreros que contribuyeron al rescate de la instalación y las colecciones.

El proyecto de mayor envergadura en estos momentos es el desarrollo conjunto con otras instituciones del país de la Flora de la República de Cuba.

Breve recuento de lo logrado

El Dr. C. Idelfonso Castañeda Noa, director del Centro de Estudios, refiere que un breve recuento de los resultados de estos quince años no debe obviar la rehabilitación de la Casa del Botánico y de las colecciones vivas y de referencia que estaban en un extremo nivel de deterioro. El rescate del arboretum, la creación de nuevas colecciones, como las representantes del matorral xeromorfo espinoso (cuabal); el bambusetum, el área de plantas umbrófilas y el área de etnobotánica, también se cuentan entre los logros del período.

También se rescató el herbario, donde se restauraron 6050 materiales de la colección histórica de gran valor científico y patrimonial, y se identificaron 72 ejemplares tipo.

En materia de galardones, basta destacar el premio internacional de la Asociación Internacional para la Conservación en Jardines Botánicos (BGCI, por sus siglas en inglés), y los dos premios de la Academia de Ciencias de Cuba (uno de ellos por la colaboración de investigadores del centro en la creación de la Lista Roja de la Flora de Cuba). Especial reconocimiento merece el Dr. C. Alfredo Noa Monzón, quien ha recibido, entre otros, el Premio Provincial del Medio Ambiente, el reconocimiento de la Asamblea Provincial del Poder Popular de Villa Clara y el premio nacional “Julián Acuña Galé”, que otorga la Sociedad Cubana de Botánica.

 “Asimismo puedo mencionarte los varios premios provinciales del CITMA y los dos sellos Forjadores del Futuro, entre otros muchos”-precisó Castañeda Noa.

Proyecciones

A sus quince años de fundado, el Centro de Estudios Jardín Botánico de Villa Clara, indiscutible museo de la flora cubana, mantiene entre sus principales prioridades el perfeccionamiento del trabajo docente, incrementar la investigación y el trabajo extensionista.

“En cuanto a la docencia, desde aquí se dirige e imparte la disciplina Biología vegetal en la carrera Licenciatura en Biología; así como la asignatura Educación Ambiental y Desarrollo Sostenible, esta última destinada al conocimiento no solo del patrimonio vegetal universitario, sino del urbanístico y documental, por ejemplo, de la colección Coronado. También se imparte la Botánica en la carrera de Agronomía”-puntualizó el Dr. C. Idelfonso Castañeda Noa, director del centro.

Jardín Botánico UCLV

Asimismo, ya está en desarrollo la segunda edición del programa académico de Maestría en Conservación de la Biodiversidad, en la que han matriculado alumnos de casi todo el país y que cuenta con dos menciones: conservación de la flora y la vegetación, y conservación de la fauna.

Por otra parte, el trabajo de investigación se basa, fundamentalmente, en el estudio y conservación de la flora, ya sea endémica o amenazada. Para ello se emplea el potencial estudiantil mediante los trabajos de curso y de diploma, muchos de estos relacionados con las labores del Grupo de Trabajo Científico Estudiantil “Ovelio Alfonso Alfonso”, que obtuvo el Premio del Rector, y que posibilitó además la obtención del Premio de la Sociedad Cubana de Botánica a la mejor tesis defendida en dos ediciones consencutivas.

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La extensión universitaria no puede comprenderse fuera de las proyecciones e intereses del centro, porque solo puede abogarse por la protección de la flora y el medio ambiente en general mediante el contacto directo con la comunidad. Y ello se realiza mediante la creación de círculos de interés, talleres sobre educación ambiental, etc.

Avanzar por el camino del desarrollo, por alcanzar nuevos resultados y lauros en la actividad científica, docente y extensionista, devienen las metas de los trabajadores del Centro de Estudios Jardín Botánico de Villa Clara, defensores de la flora cubana y su historia natural.

Jardín Botánico UCLV

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Fotos: Leysa García del Valle, Dirección de Comunicación Institucional UCLV

Con información de: El Jardín Botánico de la UCLV celebra hoy el Día del Botánico Cubano